Cambios en la planta ejecutiva de Mega
Mega remezón
El viernes de la semana pasada, Mega confirmó la salida de dos de sus ejecutivos históricos: José Miguel Sánchez y Juan Luis Alcalde. El anuncio puso en evidencia el desgaste de la relación entre ellos y el grupo Bethia, holding que hoy controla la estación. Al interior del canal ya se da por descontado que Mario Conca llegará a tomar el timón del nuevo proyecto televisivo.
La reunión se extendió por más de dos horas. El martes 12 de junio, el vicepresidente de Bethia, Carlos Heller, y su brazo derecho, Gonzalo Rojas, encabezaron una reunión extraordinaria en Mega, el canal que adquirieron en diciembre del año pasado. Uno de los citados fue el gerente general de la estación, Juan Luis Alcalde, quien cerca del mediodía llegó hasta una de las oficinas emplazadas en el tercer piso de Mega. El encuentro tenía como objetivo analizar los pasos que seguiría la señal privada tras la, hasta entonces, desconocida renuncia de su director ejecutivo, José Miguel Sánchez.
Justo dos semanas antes, Sánchez se había reunido con Carlos Heller en el Club Hípico. La conversación buscaba zanjar un tema que tenían pendiente: definir la continuidad del ejecutivo en el cargo. Desde que Bethia anunció la compra del canal, la permanencia de Sánchez siempre se mantuvo en suspenso. “Desde el día uno, él les dijo que se quería ir”, recuerdan sus cercanos. Pero ésta sólo se concertó ese día en los salones del club.
Mientras cercanos a Sánchez aseguran que su alejamiento fue voluntario y que se debe a una enfermedad que era incompatible con la demanda y el estrés del cargo, en Bethia indican que necesitaban un ejecutivo comprometido full time con el canal, y que ello con Sánchez, nunca se dio.
La noticia se propagó rápidamente por el canal. Por eso Alcalde se convenció que la convocatoria del martes 12 tenía como objetivo informar oficialmente la partida de Sánchez. El gerente general de Mega llegó acompañado de dos de sus hombres de confianza, Pablo Silva, y Pedro Celhay, ejecutivos a cargo de los “números” de Mega, además de Francisco Henríquez, gerente de Programación. Ellos esperaban que allí estuviesen sólo Heller y Rojas. Pero no fue así: también los esperaban dos colaboradores claves del holding: Jaime Cuevas, quien vela por las finanzas de Bethia, y Aldo Siri, encargado de Recursos Humanos. La presencia de hombres externos a la estación fue rápidamente interpretada por Alcalde y sus hombres como señal de que la decisión de desvincularlo estaba tomada. Tanto así, que tras finalizar ese encuentro, él les comentó a sus más cercanos, que sus días en el canal estaban contados.
Otro flanco de tensiones se produjo, a comienzos de este año, cuando desembarcaron varios ejecutivos de confianza de Heller en Mega. Desde entonces, se les comenzó a ver con bastante frecuencia en los pasillos del canal. No sólo eso: empezaron a tomar importantes decisiones en la administración.
El viernes 15, Sánchez y Alcalde firmaron su carta de renuncia. La decisión fue pactada luego de que Gonzalo Rojas les comunicara que el reemplazante de Sánchez aterrizaría en el canal con su propio equipo. Horas más tarde, Bethia difundió un comunicado donde informaba a la opinión pública y a sus trabajadores la salida de ambos ejecutivos a fines de junio. En él, justificaban su partida como una estrategia orientada “a los resultados y a generar contenidos de calidad”. Ni Sánchez ni Alcalde conocieron los detalles de la “versión oficial”, pese a que en una primera instancia habían acordado redactarla en conjunto.
Alta tensión
Este fue el corolario de la relación entre el grupo Bethia y los ejecutivos históricos de Mega. Sin embargo, los primeros signos de desgaste comenzaron algunos meses antes. Apenas llegaron al canal, Carlos Heller le encargó a Sánchez y a Alcalde que diseñaran un plan estratégico para definir los lineamientos del canal y detallar sus pasos para los próximos tres años. El proyecto debía presentarse el martes pasado. Pero eso no alcanzó a suceder.
En el camino, las diferencias se fueron acentuando. Y si bien en un comienzo la plana mayor de la señal fue ratificada, ciertos episodios fueron distanciando a los ejecutivos y los nuevos controladores. Uno de ellos fue el constante rumor que existía de que el gerente general de Chilevisión, amigo de Heller, Mario Conca, llegaría a un puesto de influencia en la señal. El rumor adquirió incluso más fuerza, en febrero pasado, cuando se les vio a ambos en Puerto Velero. Hoy su nombre vuelve a aparecer. De hecho, en la industria se comenta que ya habría recibido una oferta y se da por descontado que será Conca -también socio de Heller en Azul Azul- el nuevo presidente ejecutivo de Mega.
Otro flanco de tensiones se produjo a comienzos de este año, cuando varios ejecutivos de confianza de Heller en Bethia comenzaron a extender su influencia en Mega. Ellos son: Ramiro Sánchez, gerente general corporativo; Jaime Cuevas, gerente de Administración y Finanzas; José Luis Navarrete, Secretario General, y Aldo Siri, de Recursos Humanos. A pesar de que siguen trabajando en el holding, en el edificio Titanium, se les comenzó a ver con bastante frecuencia en Vicuña Mackenna. No sólo eso: empezaron a tomar importantes decisiones en la administración. Si bien para el holding éste era un paso natural en el proceso de transición, los antiguos ejecutivos del grupo Claro lo leyeron como una intervención.
Cercanos a la antigua administración señalan que uno de los episodios que dejan en evidencia estas diferencias ocurrió en abril pasado. Entonces, Pablo Silva, gerente de Desarrollo del canal, decidió desvincular a una ejecutiva comercial de Mega. En esto, contaba con el visto bueno de Alcalde y de todo el equipo ejecutivo. Pero tras hacerlo público, la decisión fue desechada por Aldo Siri, quien ratificó a la empleada en su cargo, evidenciando el nuevo poder con que contaba el gerente de Recursos Humanos de Bethia.