“Chilevisión aún me debe $40 millones”
Gabriel Angulo / La Nación Domingo / Igor Contreras Jeria ganó demanda laboral en la corte suprema / Trabajó durante un año y medio en la estación televisiva, con régimen a honorarios, pero cumpliendo horario como si estuviera contratado. Fue desvinculado sin previo aviso y sin indemnización. Interpuso una demanda en contra del canal. La Corte Suprema emitió en enero el fallo definitivo a su favor. Pero aún no le pagan.
Hijo de exiliados en Venezuela -se le nota por el acento-, el 6 de diciembre de 2005, Igor Contreras Jeria integraba el comando juvenil de su prima en segundo grado y, en aquel entonces, candidata presidencial del PS, Michelle Bachelet, cuando el bus en el que viajaba junto a artistas cayó al río Maipo desde el puente San Carlos. Cree que se salvó de milagro.
No tuvo igual suerte en el plano laboral. Diseñador gráfico de profesión, ingresó a trabajar a Chilevisión en julio de 2003 bajo régimen a honorarios, pero obligado a cumplir horas como si estuviera contratado. Un año y medio después fue despedido sin previo aviso y sin pago de indemnización. Lejos de quedarse de brazos cruzados, y luego de un infructuoso reclamo ante la Inspección del Trabajo, al mes siguiente presentó una demanda civil ante el Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago. Tres años después, el tribunal falló a su favor y ordenó a la red privada cancelarle poco más de 17 millones de pesos. Tras la apelación del canal, que tardó dos años en tramitarse, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó el fallo en primera instancia, en noviembre de 2008. Sin embargo, el caso se elevó a la Corte Suprema, que el 27 de enero de este año dictó la resolución definitiva que obliga al canal a indemnizarlo. Pero Chilevisión todavía no paga.
-¿Nunca le hicieron contrato en el canal?
-No, para nada. Y obviamente fui víctima de abusos con horas extras. Incluso hice doble turno durante todas las vacaciones en ese tiempo.
-¿Cuántos trabajadores estaban en su misma situación?
-En el minuto en el que yo salgo despedido, ocurrió una especie de terremoto dentro del área gráfica y, por la acción que yo tomé, decidieron que era mejor arreglárselas con los trabajadores, echándolos. De hecho, varios de ellos recurrieron a mí, para pedirme consejo sobre qué había que hacer y cuáles eran los pasos a seguir.
-¿En ese tiempo Sebastián Piñera ya era dueño del canal?
-En noviembre de 2004, cuando fui despedido, todavía no compraba el canal. Pero soy chileno y sé que hablo como extranjero, pero ese es el precio de haber sido exiliado. Soy de los que se considera un excluido de la sociedad. Uno llega a Chile a tratar de abrirse camino en el país de donde uno es y me parece el colmo el trato que recibí de todo el personal del canal. Todos estaban muy contentos porque por fin el dueño iba a ser un chileno y por eso me decían: «Los venezolanos son unos tal por cual, rotos, etc.». Se me trató mal y sin motivo. La diferencia está en que yo sí me defiendo.
-Le avisaron por teléfono que ya no pertenecía a la empresa. ¿No le pagaron ningún tipo de indemnización por ello?
-No me pagaron nada y me despidieron sin motivo alguno, así de simple. Sólo se remitieron a decir: «Pasa a la oficina que te vamos a pagar tus horas extras». Estamos hablando de un par de horas a la semana, no mucho más. A lo cual, mi respuesta fue muy sencilla: «No tengo que recibir ningún pago por hora extra y si quieren hablar conmigo vamos a la Inspección del Trabajo y arreglamos». Entonces, a ese lugar fue una abogada del canal con un trato pésimo y denigrante. Cuando el inspector se paró a buscar algo y salió un minuto de la oficina, ahí la mina me dijo que yo no era nadie.
-¿De qué forma le afectaba trabajar a honorarios?
-Encuentro que es el colmo haber trabajado y no haber tenido las mínimas coberturas sociales para poder hacer una vida como todo el mundo. En el minuto del juicio, yo me acuerdo que una de las personas que fue, el gerente comercial, dijo que eran quinientas las personas que estaban trabajando con honorarios y que era todo el personal, menos los rostros.
-¿Cómo fue el trato que le dieron los «rostros» del canal cuando tuvo el accidente en el bus del comando de Michelle Bachelet, cuando era candidata presidencial?
-Aparecieron los rostros del noticia-rio mandando saludos a su gran compañero de trabajo, que era yo. Lo dijo (Fernando) Paulsen, lo dijo Iván Núñez, lo dijo Macarena Pizarro y mandaban saludos porque estaban muy preocupados de su compañero de trabajo. Si Paulsen mismo reconoce que trabajé para la empresa, entonces, no puede ser que un abogado del canal insista hasta hoy que no corresponde cancelarme lo que me deben porque nunca fui trabajador del canal. Me pregunto cómo es posible que el señor Piñera, que quiere gobernar Chile, haya hecho un llamado a los empresarios a respetar los derechos laborales y al mes siguiente le ocurre lo del caso del Banco de Talca, del cual argumenta que la Corte Suprema lo declaró inocente, entonces, si él acata los fallos, ¿por qué no respeta un fallo que dice que un trabajador debe recibir una indemnización por despido injustificado?
-¿Usted acusa que la empresa no respetó sus derechos?
-Esta es una empresa que no respeta los derechos laborales y yo soy un trabajador que se defiende. Esto es una pelea entre David y Goliat. Lo que pasa es que aquí David sí se defendió. Hizo lo correcto. Pero acá hay una persona que quiere insistir en que quiere ser Presidente. Este señor habla de transparencia y dice que ha gastado diez millones de pesos en campaña electoral. Entonces, ahora yo entiendo por qué no quiere pagar, porque me tiene que pagar casi 40 millones. Entonces, yo en estos minutos debería lanzar mi candidatura presidencial, porque tengo bastante plata para ser Presidente, porque si Piñera gastó 10 millones, yo puedo gastar más. No sé qué tipo de asesores tiene Piñera. Un problema tan pequeño como el mío que no lo resuelve, haría el ridículo gobernando el país. La única forma de defender a los trabajadores es que un empresario no puede ser que gobierne Chile.
-¿Cuánto dinero le debe en total la casa televisiva?
-El canal me pagó los gastos de indemnización que son tres millones, pero con el fallo de la Corte Suprema de enero el canal me debe todavía cerca de cuarenta millones de pesos, cifra que va a seguir subiendo si ellos siguen dilatando el asunto con resquicios legales. //LND