El determinante rol de radio Bío-Bío en la emergencia
Ariel Lara / LUN / La hazaña radial de los Mosciatti / Mauro Mosciatti es uno de los miembros resonantes de un clan que, a punta de transmisiones en momentos clave, tiene a radio Bío-Bío como el canal que permite a Concepción mantenerse informado de todo. Las autoridades hablan ahí, los vecinos saben si sus tíos están vivos, las señoras piden remedios.
Por eso la galería Tomás Olivieri se convirtió en un verdadero centro de servicios. Ahí, en el tercer piso, están los estudios de la radio, la única que está transmitiendo en la zona. En las cortinas de la galería las personas dejan sus mensajes, sus solicitudes. Incluso la ciudadanía armó ahí una improvisada farmacia, donde lo que más pide la gente son ansiolíticos.
Mauro, conocido porque es el hombre de las proyecciones electorales cada vez que hay votaciones, dice en tono risueño que “ya basta con dos Mosciatti famosos, para qué otro”. Luego afirma que el asunto de los remedios se dio por efecto natural. “Lo hicimos porque la gente lo pedía”.
“La gente de Santiago no tiene idea lo que está pasando acá”, afirma sin aire recriminador. “Cuando la Presidenta dice que se va a dar la orden de abrir los supermercados, uno se pregunta qué van a abrir, si ya no queda nada. Acá hubo dos terremotos, el que botó los edificios y un segundo que es la barbarie social, el pillaje y todo eso”, agrega.
-¿Cómo califica el actuar de la autoridad?
-No diré que la autoridad no ha hecho nada, porque sería injusto. Pero ha hecho un cuarto de lo que debería. Mira, anoche en Coronel no había ni un solo militar.
-Cuente un poco de la radio.
-En la radio lo único que estamos tratando de hacer es trabajar no más, tratar de calmar a la gente que está muy asustada. Esto es parte de nuestro trabajo, pero ojalá esto nunca hubiera ocurrido.
-Hay desabastecimiento acá. ¿Qué podemos hacer?
-En toda la región hay petróleo en los servicentros, pero como se cortó la luz no se puede bombear. ¿El Estado de Chile no tiene cuatro motobombas? La gente acá tiene mucha rabia.
“Acá hubo dos terremotos, el que botó los edificios y un segundo que es la barbarie social”