Libertad de expresión y derecho a la información. Existen en Chile?
Fucatel, 25 de febrero de 2019
Lorena Donoso A.
Una sociedad en que los derechos básicos no están garantizados no se encuadra en los estándares aceptados de democracia y reconocimiento de los Derechos Humanos. Esto es lo que sucede con la libertad de expresión y derecho a la información en Chile. Las pantallas, llenas de la opinión de unos pocos se transforman en censores de quienes piensan diferente. Las noticias, plagadas de imágenes y mensajes que convienen a algunos, tejen una estela de humo sobre los hechos que podrían significar una interpretación de la realidad que difiera de la que se busca implantar.
Más dramático aún se nos presenta una especie de complacencia de la ciudadanía, una especie de determinismo informativo en que se acepta la realidad tal y como se nos presenta en pantalla, sin los más básicos cuestionamientos que nos llamarían a preguntarnos ¿qué piensa la otra parte?, ¿hay otras opiniones sobre los mismos hechos?. A ello se suma la opacidad de las fuentes, la difusión de verdades a medias o incluso «no verdades» deliberadamente construidas. Todo lo anterior propiciado por una institucionalidad frágil, dependiente de la representación política y con escasas potestades para intervenir.
Este año 2019, a 30 años del retorno a la democracia, nuestros representantes mantienen una deuda con los habitantes de este país: el avance de los derechos y libertades hacia un estatuto realmente garantizado, con pluralidad de medios de comunicación, con la garantía de las posibilidades efectivas de expresarnos y la ansiada independencia y profesionalización del Canal de Televisión Nacional de Chile, y el fortalecimiento de los medios alternativos, entre otras medidas urgentes y necesarias para el desarrollo y consolidación de la democracia en Chile. Recién en ese momento podremos decir que ha finalizado la transición iniciada con el triunfo del «No» en Chile.