Matinales: el remezón del líder
Rodrigo Munizaga / La Tercera / Si hay algo que ayer quedó en evidencia es que Buenos días a todos llevaba mucho tiempo dormido en sus laureles. Confiados en el favor del público, sobrevivía con poca pauta propia, echando mano al autobombo de los programas exitosos del canal y al carisma de Felipe Camiroaga para sortear el día a día. El estreno del nuevo matinal de Canal 13 los remeció. Enhorabuena. Porque ayer mostró más agilidad y, ante todo, una pauta propositiva y no la del mínimo esfuerzo. Básicamente, retomó sus orígenes.
El matinal de TVN ha conservado el liderazgo durante casi dos décadas porque ha mantenido su esencia, pero también por los ajustes a sus piezas de tanto en tanto. Pero puntualmente en los últimos dos años, esta carrera ha sido casi en solitario (salvo algunas amenazas de Mucho gusto, de Mega) y el espacio ha mutado a una estructura más cercana al show que al formato matinal que el mismo programa consolidó en el país.
El ajuste vino ayer, pero también dejó en evidencia un paso en falso que va a seguir pesándole: Carolina de Moras. Mientras ayer Tonka Tomicic era dueña del set en Bienvenidos, desplegando oficio en estas lides, la conductora del matinal de TVN se esforzaba por leer las preguntas anotadas en una tarjeta a uno de los panelistas. La modelo no ha podido acomodarse -lleva más de tres meses- al espacio y es tan notorio que incluso perdió su mayor valor hasta el año pasado: su espontaneidad. Luce parca, aseñorada y sin feeling con Camiroaga.
En los actuales tiempos televisivos, tres meses es suficiente para constatar que una pareja no tiene química. En cambio, un día es demasiado poco para que el equipo de Canal 13 saque cuentas. Bienvenidos lució un escenografía amplia y moderna y un fiato de Tomicic-Cárcamo como si llevaran años trabajando juntos. Pero la promesa de un matinal «diferente» no se cumplió. La cocina, la lectura de diarios, los comentarios de actualidad y los noteros son la constatación de que, en el fondo y no en la forma, la propuesta es la misma que la de TVN. Y eso debería ser una buena noticia para Buenos días a todos: mientras siga recuperando su esquema original, el liderazgo no corre peligro