Ron Galella: El paparazzi más famoso recuerda a su gran musa
Eterno seguidor de Jackie Kennedy, el fotógrafo a quien Marlon Brando golpeó publicará un libro con sus imágenes.
TONY ALLEN-MILLS
Fue llevado a una corte por Jackie Onassis, golpeado por Marlon Brando y hasta regañado por Greta Garbo. Aún así, Ron Galella, el paparazzi más famoso del siglo XX, ya no es calificado como una peste. Ahora es elevado a la altura de artista pionero, cuyos retratos callejeros a iconos estadounidenses han recaudado miles de dólares en galerías de Nueva York, París y Amsterdam.
Galella, que comenzó a usar un casco después de que Brando le volara cinco dientes en 1973, se ha convertido él mismo en un icono. «Todo ese correr y esperar en el frío finalmente valió la pena», dice mientras se prepara para el lanzamiento de su libro «No pictures», que será publicado en EE.UU. el 18 de noviembre y que muestra algunas de sus mejores fotografías de celebridades tratando de esconderse de su cámara.
A los 77 años, vive con estilo en una mansión de Nueva Jersey rodeado por sus más famosos trabajos. Un cuadro contiene una foto llamada «Windblow Jackie», considerada por muchos la fotografía más bella tomada a la viuda del Presidente John F. Kennedy: «Yo vi a Jackie en una fiesta en mayo de 1967», recuerda Galella. «Había tanta gente que era imposible lograr una buena foto, así que la seguí a su casa en la Quinta Avenida. Así aprendí que cuando sabes dónde viven y te plantas allí, obtienes las mejores fotos».
Él tuvo un romance con una empleada de Onassis y le pagó a un portero para que le avisara cada vez que Jackie saliera de su edificio. Sin embargo, la foto que pagó la mayoría del mármol de su mansión fue tomada casi por accidente.
Galella no se cansa de contar que iba regresando de fotografiar a una modelo en Central Park cuando vio a Jackie por la calle. Él y la modelo se subieron a un taxi y la siguieron: «Tomé un par de fotos desde el taxi y no se dio cuenta, pero en la esquina el chofer tocó la bocina y ella volteó hacia mí». Su foto captó a Onassis con el viento en su cara y una sonrisa a lo Mona Lisa. Lucía tan hermosa como vulnerable. Galella recuerda: «Cuando ella me vio, preguntó: ‘¿Estás satisfecho?’. Yo dije: ‘Sí'».
Él se sintió menos satisfecho cuando un guardaespaldas de Jackie lo hizo arrestar por acoso, lo que llevó a un juicio de 26 días en 1972, que él perdió.