TV abierta, televisión de pago: ¿quién favorece a quién?

Observatorio / Sigue la guerra entre canales de TV abierta y operadores de cable y satelitales. Desde hace un tiempo, los primeros vienen planteando que los segundos debieran pagar por la retransmisión de sus señales en su parrilla. El debate se reavivó al ser rechazada por la Cámara,  en el proyecto para el tránsito a la TV digital terrestre, una indicación que obligaba a los operadores de pago a tener el consentimiento de los canales de TV abierta para retransmitir sus contenidos. Los concesionarios de señales de libre recepción anuncian que continuarán defendiendo su postura en el Senado y aspiran a que en el mediano plazo la TV de pago les cancele alrededor de 22 millones de dólares anuales por la retransmisión.

Los concesionarios de los canales de libre recepción argumentan que más del 50% del consumo de la TV de pago es para ver señales de la TV abierta. Por su parte los operadores de TV por cable y satélite sostienen que ellos le permiten a la TV abierta llegar hasta zonas donde sus señales no se pueden ver y que este aumento de cobertura les permite cumplir con la ley que les obliga a llegar a todos los hogares del país.

Lea a continuación el artículo sobre el tema aparecido en El Mercurio de este sábado:

José Troncoso Ostornol /

Proyecto de Ley retomaría su discusión en el Senado la próxima semana:

Los millones que están en juego con la nueva ley de televisión digital

Los canales de televisión abierta aspiran a que a cada uno de ellos las empresas de TV por cable les paguen casi US$ 22 millones al año por retransmitir señales en sus parrillas.

Por un lado están las empresas de televisión de pago (operadores de cable o satelitales), como VTR y Movistar, y en la vereda opuesta, los canales de televisión abierta.

¿La disputa? La retransmisión que hacen los primeros -sin pago de por medio- de la señal abierta (o también conocida como de libre recepción) que emiten TVN, Canal 13 y Chilevisión, entre otros.

Actualmente, no hay una normativa que obligue a las compañías de TV de pago a tener que desembolsar un monto por la retransmisión de las señales de televisión abierta.

Sin embargo, los canales de libre recepción aspiran a recibir, cada uno, casi US$ 22 millones al año de parte de las empresas de TV de pago -o el equivalente a US$ 1 mensual por cada abonado- por retransmitir su señal.

Las empresas de televisión abierta están aprovechando la actual discusión del proyecto de Ley de Televisión Digital para incluir un artículo que obligue un pago por la retransmisión de sus señales.

En contra de la aspiración de los canales, a comienzos de este mes, la Cámara rechazó el artículo que obligaba a los cableoperadores a tener el consentimiento de los canales de televisión abierta para poder emitir sus contenidos, ya fuera con un pago de por medio o con una simple autorización.

Se espera que este artículo sea repuesto en el Senado, en una discusión que se retomaría la próxima semana.

El lobby

Mientras, los canales de televisión abierta y las empresas de TV de pago buscan vía lobby que sus posturas, diametralmente opuestas, sean consideradas en la redacción de la nueva normativa legal.

Para esta labor VTR cuenta con los servicios de la socia de la empresa de asesorías comunicacionales Azerta y reconocida lobbista, Cristina Bitar.

Los canales, por su parte, tienen al director del proyecto de TV digital de Anatel (Asociación Nacional de Televisión), Juan Agustín Vargas.

No obstante, no se descarta sumar a un lobbista «dados los buenos resultados que ha tenido VTR», dice un ejecutivo de un canal.

Esta industria basa su intención de cobro a las cableoperadoras en que del total del consumo de televisión que hacen los abonados a la TV de pago, más de un 50% es para ver programación de las señales abiertas.

Por su parte, las firmas de TV de pago rechazan cualquier tipo de pago, pues afirman que los canales no están cumpliendo con la ley al no llegar a todos los hogares del país y que al ser incorporados en sus parrillas pueden tener una mayor cobertura que no tienen por no realizar las inversiones suficientes.