Tv digital: Jorge Atton debe cumplir la palabra empeñada

Jaime Mondría * / Para Observatorio / El Tribunal Constitucional acaba de emitir un fallo en relación al requerimiento presentado por 36 diputados en contra del decreto supremo Nº 264, de septiembre de 2010, sobre las concesiones demostrativas para la TV digital terrestre. Lo que se ha conocido públicamente del fallo es un comunicado de una carilla donde se indica que se acoge el requerimiento, únicamente en cuanto a declarar inconstitucional la frase “renovable hasta por un máximo de cinco años, contados”, contenida en su Artículo primero, en referencia a dichos permisos demostrativos para que los canales transmitan en el sistema digital. Todo lo anterior conforme la Ley General de Telecomunicaciones.

Asombrosamente, los Honorables miembros del TC, en párrafo a parte dictan normas para el advenimiento de la Tv Digital al pronunciarse sobre cuáles permisos provisorios de todos los entregados (2009-2011) podrán ser renovados y cuáles no podrán ser renovados.

Esta decisión dificulta la aparición de nuevos operadores de TV ya que sólo serán renovables los permisos entregados al amparo de un decreto supremo dictado en 2009. En términos sencillos, y para que lo entiendan los que no manejan la jerga técnica: si hoy el Ministerio de Educación decidiera levantar una señal experimental de Tele Educación podrá acceder a un permiso, pero no podrá renovarlo nunca más, ya que es imposible consolidar un modelo de producción de un canal de TV en un año. Un pésimo augurio que atenta contra nuestros Derechos Ciudadanos.

Por otra parte, la ley General de Telecomunicaciones en su artículo 15 es clara en señalar que los permisos provisionales se definen como: “sin carácter comercial” y esto no se cumple de modo alguno. Algunas de las señales experimentales que están al aire en Santiago transmiten tandas de comerciales, o bien llaman al público a incurrir en gastos que les traerán supuestos beneficios económicos a través de los mensajes de texto de los teléfonos celulares, por ejemplo.

“Todo lo demás” es lo más importante del decreto

El TC rechaza el requerimiento en todo lo demás, refiriéndose con “todo lo demás”, a múltiples temas profundos, complejos e importantes. Por ejemplo, el decreto impugnado levanta las limitaciones existentes y otorga nuevas atribuciones y nuevas discrecionalidades para asignar concesiones digitales de Tv sin contar con reglas de funcionamiento permanente puesto que las los proyectos de ley aún se debaten en el Parlamento.

Los diputados impugnaban en su requerimiento presentado ante el TC, el hecho de que a través de un Decreto Supremo se regulen materias que dependen de un órgano con rango constitucional como es el Consejo Nacional de Televisión, debido a que la televisión es un medio central para el ejercicio y desarrollo de múltiples derechos fundamentales tales como las libertades de opinión, de información y de expresión.

Es imposible vaticinar exactamente lo que sucederá, pero en el peor de los escenarios podría ocurrir que se comiencen a otorgar concesiones a diestra y siniestra y que no contemos con espacio en el espectro para nuevos operadores una vez que la ley sea tramitada por el Parlamento y promulgada por el Ejecutivo.

La SUBTEL tiene la palabra.

Antes de que fuera enviado el requerimiento de los parlamentarios al Tribunal Constitucional, el Subsecretario Jorge Atton se había comprometido con organizaciones ciudadanas preocupadas de que la digitalización de la TV sea una oportunidad de mejorar los contenidos e incorporar nuevos actores al mercado televisivo, a no otorgar concesiones definitivas mientras no sea aprobado, despachado y promulgado el proyecto de ley en trámite Parlamentario. Asimismo, se comprometió a generar un documento legal que elimine la posibilidad de asignar nuevas concesiones de facto por decreto. El nuevo documento, además, regular los permisos demostrativos y establecer claramente que éstos no representan derechos preferentes para solicitar concesiones.

Ahora que el Tribunal Constitucional ha mandatado rectificar el cuestionado Decreto Supremo, es el momento preciso para que la Subsecretaría de Telecomunicaciones cumpla con la palabra empeñada.

* Jaime Mondría es actor y gestor cultural

@jaimemondria