Cierre de Radio Horizonte demuestra que la concentración de propiedad en radio se traduce en pobreza de la oferta y falta de pluralismo

Este lunes 18 de marzo finalizan las transmisiones de  Radio Horizonte. Durante diez años Radio Horizonte había logrado capturar una gran cantidad de público con música de vanguardia, independiente y sello de autor. Además, sus programas radiales contaban con atractivos rostros (o “voztros”)  que se habían consolidado frente a las audiencias.   Tal como indica el sitio Los Diez (www.losdiez.net), a fines del 2012 la radio contaba con alrededor de 40 auspicios y logró facturar 2 millones de dólares, teniendo un rating de 5,9% y 10,8% junto a Oasis. Es decir, no sólo radio Horizonte dotaba a nuestro dial de música de nicho que no tenía espacio en otras radios, sino  que además  era un buen negocio.

El Tribunal de la Defensa de la Libre Competencia (TDLC) dio su aprobación en septiembre de 2012 para la compra y adquisición de las concesiones de radiodifusión de las radios Horizonte y Oasis por parte de Radio Difusión SpA -sociedad filial de Canal 13-, luego de 9 meses de evaluación por parte de la Fiscalía Nacional Económica.

Al contrario de la televisión, en la que un mismo dueño no puede acceder a dos concesiones, no existen límites para acceder a concesiones de radio y fue por lo mismo que el grupo Luksic pudo realizar la compra -grupo que además cuenta con las radios Play, Sonar y el 67% de la propiedad de Canal 13-.

Desde este lunes 18 de marzo la radio Oasis cambiará y se potenciará para llegar a ser la más importante entre su público objetivo, mientras  Horizonte finalizará sus transmisiones y sólo seguirá por su señal on line. Sus principales programas y voztros migrarán a Play, Sonar y Oasis, y la radio se orientará a públicos masivos con el nuevo nombre de “TOP FM”.

Como observatorio, creemos que esta decisión de Radio Difusión SpA afecta la oferta general de nuestra radio.  Consideramos que este caso es un ejemplo de cómo el funcionamiento de mercado, la concentración mediática  y la falta de regulación afecta al pluralismo. Las decisiones de negocio en el caso de medios como radio tienen efectos que van más allá de los alcances de competencia de mercado, pues la uniformidad progresiva de la oferta radial es un tema país relevante que afecta nuestro derecho a la información y comunicación, por cuanto la progresiva uniformización de la oferta nos relega de la posibilidad de acceso a contenidos diversos y en cambio espera de nosotros un comportamiento de consumidores de productos masivos, restringiendo nuestra capacidad de elegir.

Además, la concentración dificulta la sobrevivencia de proyectos pequeños, por lo no sería de extrañar que Horizonte no sea la única “víctima” de esta decisión del grupo Luksic.

A pesar que la compra tuvo una serie de condiciones por parte del Tribunal de Defensa la Libre Competencia (TDLC), nada se dijo sobre preservar el sello y aporte particular de  cada una de las radios adquiridas en consideración de la importancia de resguardar la diversidad de la oferta y el pluralismo.  Los medios no son un mercado cualquiera y es por eso que requieren  una regulación que atienda a su impacto social,   y que cuando se tema un mal uso no sea el único lugar de apelación  el  TDLC, el cual está orientado a las garantías del sistema comercial y no a la defensa a la los derechos ciudadanos a una oferta pluralista y diversa de los medios.