Cobertura de la tragedia en televisión: Réplicas en la pantalla chilena

Jimena Villegas / El Mercurio / terre en chileEl people meter en el suelo. Las cifras de la semana lo demuestran: El lunes lo más visto fue «24 horas» de TVN, con menos de 10 puntos: el primer lunes de marzo de 2009, el número uno lo tuvo una teleserie de Canal 13, con 30.8. Una de las explicaciones de la baja es que se cayó un 40% de la muestra, y que en ese porcentaje están Concepción y Talcahuano. Otra explicación es que la gente sencillamente no vio tanta tele: tampoco subió el visionado del cable.

El poder de TVN: La fuerza de la red estatal se refleja en las cifras. El martes, por ejemplo, sólo un programa de TVN no estuvo entre los 10 más vistos, y el resto de los días lideró el ranking. Una clave puede estar en el refuerzo de su canal de noticias 24H: tienen equipos y rostros suficientes como para ofrecer más despliegue y diversidad de contenidos relevantes. Por eso no se entiende la opción de poner en su pantalla a los reclutas de «Pelotón» enterándose de la devastación o viviendo el terremoto. En la red pública dicen que la idea era aligerar, dando «de a poco» otro tipo de temas. Una lástima, porque quienes eligieron esa opción el jueves se perdieron un excelente capítulo especial del terremoto en «Contacto», de Canal 13.

¿Dónde está La Red? En Chile, por cierto, aunque a veces no se note. La estación del magnate mexicano Ángel González, que cerró su departamento de prensa, pasó tangencialmente por la tragedia y eligió contraprogramar con envasados. Su estrategia funcionó: junto a Telecanal fueron las únicas señales cuya sintonía no cayó. Al parecer fueron la ventana para aquellos que no querían ver más dolor en su pantalla. El viernes otras estaciones se sumaron, abriéndose a telenovelas y otro tipo de espacios.

El valor de la diversidad. Uno de los debates de la semana en la «twitósfera» abordó el papel de la TV y su amplificación del pánico. Pero, salvo por la brutalidad de las imágenes de los saqueos en Concepción y alguna otra excepción, en general la TV tuvo un tono templado: ofreció lo que estaba pasando y muchas historias notables. Es más, al menos durante las primeras 48 horas, los telespectadores disfrutamos de aquello que debiera ser una norma y no lo es: había tal flujo informativo, que difícilmente los canales en campaña repetían notas entre ellos.