Crear imágenes con la nueva generación

 tv hombreJim McDonnell / Signis, Asociación Católica Mundial para la Comunicación / Los derechos sobre las imágenes son un gran negocio. Las celebridades, las estrellas de los deportes y los políticos están obsesionados con el control y la explotación de su “imagen”. Las estrellas del cine cobran cantidades enormes a las revistas de celebridades por los derechos a imprimir fotos de su boda. Los deportistas hacen más dinero mediante la publicidad que usa imágenes de su cara y su cuerpo que el que ganan jugando. Y los políticos amenazan con demandas judiciales cuando sienten que su cuidadosamente cultivada “imagen” ha sido menoscabada por fotografías o comentarios que no les favorecen.

La mayoría de las personas no tienen este grado del control sobre sus imágenes mediáticas y ciertamente se sienten a menudo imposibilitados de influir en el modo en que se les presenta. La gente común que se ve involucrada en las noticias se quejan de que la prensa puede convertirlos en un instante en héroes o malvados, como lo demuestra la reciente cobertura periodística de los mineros chilenos atrapados. Las minorías religiosas o étnicas se sienten frecuentemente muy vulnerables cuando se ven retratadas de forma engañosa u hostil en películas, en la TV, en la prensa, u hoy incluso en videojuegos. Los niños y los jóvenes también tienen poco control sobre sus imágenes mediáticas.

Estudios realizados en todas partes del mundo demuestran que los medios noticiosos presentan a los niños de modo ambivalente. Frecuentemente desempeñan una función vital al denunciar amenazas y violaciones a la dignidad y los derechos de niños, pero demasiado a menudo colaboran también a formar una opinión denigrante y engañosa sobre los niños. Un estudio de Gran Bretaña en 2005, por ejemplo, descubrió que más del 70% de las historias mediáticas sobre niños eran negativas.

Más sutilmente, los niños son a menudo casi invisibles en los medios. Investigaciones en Sudáfrica y Zambia han demostrado que los niños aparecen en apenas el 6 % de los artículos periodísticos y que 50 % de los niños que aparecen en los medios zambianos se presentan como víctimas. Además, los medios rara vez reconocen que los niños podrían tener derechos sobre la forma en que se les entrevista, se les presenta en un reportaje o se les filma.

La preocupación sobre cómo se presenta a las personas en los medios ha resultado en un aumento en las iniciativas de educación para la comunicación. Hay muchos esfuerzos en marcha en todo el mundo para ayudar a educar a las personas a comprender y a evaluar con sentido crítico las imágenes que reciben a través de los medios. SIGNIS ha tomado la delantera en esta área a través de su grupo SIGMEP de educadores para la comunicación. Asociada a la educación para la comunicación está la observación de los medios. El proyecto de observatorio global de medios organizado por la Asociación Mundial de Comunicadores Cristianos (WACC en sus siglas en inglés) es un buen ejemplo de observación de medios. Durante 15 años este proyecto ha organizado a voluntarios para que analicen el contenido de las noticias que aparecen en la prensa, y más recientemente en la TV, la radio y la Internet, de modo de llevar un registro sobre cómo se presenta a las mujeres. Han descubierto que las mujeres son dramáticamente ignoradas en las noticias: apenas un 21 % del total de personas sobre las que se hacen noticias o a las que se entrevista son mujeres.

Proyectos de observación similares se han organizado en América Latina y Sudáfrica para estudiar cómo tratan los medios a los niños. En ambos casos estos proyectos han tenido cierto grado de éxito. En América Latina, ANDI (la Agencia de Noticias para los Derechos de los Niños, afincada en Brasil, y en funciones desde 1992) ha logrado elevar la calidad de la información noticiosa sobre los niños en la prensa y ha conseguido una mayor cobertura para los derechos de niños. En Sudáfrica, la organización Observación de Medios en África ha ayudado a mejorar las normas que rigen la cobertura en la prensa, al influir en el modo en que se fotografía a los niños, y reducir el número de reportajes que violan sus derechos.

Tanto los logros de los proyectos de observación en América Latina y Sudáfrica, como el ejemplo del proyecto global de WACC, han llevado que a SIGNIS empiece a trabajar en el desarrollo de su propio proyecto global para observar cómo se presenta a los niños en los medios. Se espera que la observación tenga lugar en 2012. El aspecto crucial del esfuerzo de SIGNIS será el papel de los propios niños como participantes activos en el proceso de observación. Este enfoque está de acuerdo con el espíritu del tema de SIGNIS para los próximos cuatro años: “Medios para una cultura de la paz: Crear imágenes con la nueva generación”.

Ayudar a cambiar la manera en que los periodistas informan sobre los jóvenes es importante y necesario. Pero ni la educación para la comunicación ni la observación de los medios son suficientes por sí mismos. El desafío expresado en el tema asumido por SIGNIS es apoyar y respaldar a los niños y jóvenes en sus esfuerzos por asumir el control de sus propias imágenes. Hay muchos buenos ejemplos que ilustran cómo esto ya está ocurriendo: los videos de sesenta segundos hechos por jóvenes (entre 12 y 20 años de edad) de todas partes del mundo en el proyecto cinematográfico oneminutesjr de UNICEF; los muchos esfuerzos para involucrar a los niños en las noticias y presentaciones de las radios comunitarias y otras estaciones; el concurso de la Unión Europea de Reporteros Jóvenes Contra la Pobreza y muchos otros, incluyendo el proyecto de video-reporteros de SIGNIS.

Los ricos y poderosos exigen el derecho a controlar sus imágenes mediáticas. Ahora el nuevo mundo de los medios digitales brinda oportunidades sin igual para que los niños y jóvenes creen sus propias historias y se reafirmen al exigir también los derechos sobre sus propias imágenes.

Fuente: Signis Media – No.4/2010