El ocaso de la TV universitaria
Observatorio / En medio de la peor crisis de su historia, la estación televisiva de la Universidad Católica de Chile cedió dos tercios de su propiedad a Andrónico Luksic, multimillonario chileno que ingresa al negocio de la TV, apoderándose de una de las marcas más prestigiosas del mercado. La necesidad de un viraje editorial, que saque a canal 13 del hoyo financiero y le permita recuperar audiencias, parece inevitable y se avizora en el horizonte la fuerte tentación, por parte de los nuevos socios mayoritarios, de buscar una mayor rentabilidad, priorizando los programas de combate, con amplio margen de ganancias y mínimo riesgo creativo. Una mala noticia para los que reclaman una mejor oferta de contenidos a la televisión chilena.
Luksic pagó 55 millones de dólares por el 67 por ciento de Canal 13. Con esa suma se cancela, raspando, la enorme deuda acumulada por esa empresa, luego de una sucesión de administraciones mediocres: alrededor de una década en que el timón de la estación católica estuvo en manos de personas no demasiado aptas para sacar de su inercia a un transatlántico copado de gerentes, productores ejecutivos y rostros a la deriva, con sueldos demasiado generosos, en el contexto de un mercado en merma, por la baja sistemática del rating promedio, la penetración cada día mayor de la TV de pago, la irrupción de la televisión por Internet y un mínimo crecimiento de la torta publicitaria.
Pocas semanas antes de la compra se produjo un cambio en la gerencia de programación, que volvía a manos de Patricio Hernández y ponía fin a la era de Mercedes Ducci, en la capitanía de la emisora católica, en un intento de revertir los malos resultados en sintonía. Pero a estas horas nadie tiene el puesto asegurado en Canal 13 y el panorama se presenta incierto para el numeroso personal que ve como se desploma el que fuera uno de los últimos paraísos laborales del país. Es más que plausible que la nueva administración dominante se enfrente a la opción de dedicarse de lleno al negocio televisivo, reclutando administradores y rostros que no carguen con las mañas y granjerías de los viejos gestores.
Una de las cuestiones sorprendentes de esta sorpresiva venta, o sociedad entre Luksic y la Universidad Católica como le han llamado otros, es que el grupo comprador ni siquiera tiene certeza respecto a la duración de la concesión televisiva de Canal 13, asunto que se debate en el Parlamento a la luz del proyecto de ley para el tránsito a la TV digital, que involucra una re definición del régimen concesional. Tampoco existe un informe del CNTV que vise la enajenación de un canal autorizado, por ley, para transmitir como estación universitaria comprometida con la televisión de calidad, tal cual señala la misión de su sitio corporativo: “entretener e informar a las personas a través de contenidos y servicios de excelencia inspirados en valores cristianos”.
Los reclamos por parte del Sindicato de Trabajadores de la estación, planteados en una declaración pública, donde acusan al actual rector, Ignacio Sánchez, de haber rematado el canal a espaldas de sus funcionarios, no hacen más que reafirmar las sospechas de que Canal 13 seguía viviendo de antiguas glorias, sin mayor austeridad administrativa, mientras la deuda crecía y el rating bajaba, manteniéndolos anclados, por demasiado tiempo, en el tercer lugar de sintonía, y a ratos en el cuarto, con Chilevisión pisándole los talones o superándolos. También protestan por la entrega que se hizo durante los últimos años de las gerencias estratégicas de la estación, a un desfile de personajes que condujo al canal desde el pragmatismo empresarial a la autocensura de carácter religioso, pasando por la famosa “parrilla flexible”. Este último recurso, obra del imaginativo programador Vasco Moulián, terminó de desorientar a un público, hasta entonces, leal con el sello del canal católico.
Con la venta de Canal 13 termina un ciclo para la televisión chilena y, en especial, universitaria: salta a la vista que han cambiado demasiadas cosas en el mundo, y en la industria de la TV, desde que Canal 13 realizó sus primeras transmisiones a fines de los 50.
Lea, a continuación, algunos artículos aparecidos en la prensa sobre el tema:
Columna de Carlos Peña en El Mercurio del domingo:
http://blogs.elmercurio.com/reportajes/2010/08/08/el-fracaso-de-canal-13.asp
Artículo del suplemento Reportajes de El Mercurio
Artículo de La Nación
http://www.lanacion.cl/grupo-luksic-compra-dos-tercios-de-canal-13/noticias/2010-08-06/204523.html
Crónica de El Mostrador