¿Atraso en la TV digital o excusa para una ley corta?

tv perritosOBSERVATORIO / “Chile, el país más atrasado en televisión digital en Sudamérica”, tituló la semana pasada la versión on line del diario La Tercera. El artículo pone como ejemplo a Brasil, donde ya se inició la transición digital y se espera el apagón analógico para el 2016, y a Uruguay y Paraguay, países “que ya adoptaron la norma” para iniciar la migración a la nueva tecnología.

El argumento del atraso chileno no se condice con las evidencias de la realidad regional en esta materia. En el caso de Brasil la implementación ha tenido múltiples contratiempos debido a que la masificación de la nueva tecnología no ha alcanzado a todos los ciudadanos y los precios de los decodificadores de recepción son muy elevados, entre otros problemas. Como botón de muestra: organismos que protegen a los consumidores han llamado a los usuarios brasileños, que compraron equipamiento para ver la imagen digitalizada, a exigir la devolución de su dinero si han quedado en zonas de sombra, es decir, sin recepción de televisión digital. En cuanto a los otros dos países mencionados: no nos llevan ventaja alguna, dado que Chile también tiene elegida su norma de transmisión -japonesa modificada brasileña ISDBT con MPEG 4-, desde septiembre de 2009. En lo que se refiere a Argentina, la transición está en pañales y por ahora sólo se han instalado torres para que una serie de canales del Estado puedan iniciar transmisiones experimentales. En todo caso, cuando se implemente la digitalización, el sistema televisivo estará regido por los principios de “televisión abierta, libre y gratuita para todos los ciudadanos” y por la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, promulgada hace unos meses en el país trasandino. Ese texto establece límites a la propiedad cruzada de medios de comunicación y garantiza un acceso igualitario al espectro radioeléctrico, entre diversas materias de vital importancia para garantizar la libertad de expresión y el derecho a la comunicación de las personas. Una cuestión que en Chile todavía estamos esperando, desde octubre de 2008, cuando el Gobierno de Michelle Bachelet envío al Parlamento el proyecto que modifica la Ley del CNTV para la transición a la TV digital terrestre, texto legal que todavía se discute en el Congreso, a una velocidad prudente, hasta consensuar una normativa a la altura de las necesidades de un país democrático.

Según Manuela Gumucio, directora del Observatorio de Medios, resulta sospechosa esta repentina preocupación de ciertos sectores por la velocidad de la tramitación de los proyectos de ley: “pareciera que algunos están buscando la ley corta que les permita a los actuales concesionarios migrar a la TV digital y gozar de la posibilidad de  nuevos negocios, dejando para un futuro remoto la discusión sobre los aspectos democratizadores del proyecto que permitirán la entrada de nuevos actores comunitarios y culturales al  sistema televisivo y el mejoramiento de los contenidos, entre otros cambios cruciales para la televisión chilena”.