La crisis “digital” de los medios impresos

diarios digitalesOBSERVATORIO / Si lo digital fuera efectivamente la madre de los problemas para la prensa escrita, la paradoja estaría en que la mayor parte de las estrategias de salida a la crisis recurren precisamente a recursos digitales.

La expansiva irrupción de los medios digitales parece ahondar la crisis que viven a escala internacional los medios impresos. Hay quienes proclaman ya la “muerte” o desaparición de diarios y revistas con formato físico. De hecho, se anuncia el cierre de importantes medios, como el más que bicentenario The Observer británico. En Estados Unidos, el diario ‘Ann Arbour News’ de Michigan renunció a su edición diaria en papel, para sobrevivir ‘virtualmente’, al igual que lo han hecho también ‘The Christian Science Monitor’, en Boston, Massachusetts. Otros, como el Reader’s Digest, buscan fórmulas para salir de su crisis financiera: por ejemplo, declararse en quiebra. El grupo News International del magnate Rupert Murdoch anunció que está cerrando su vespertino gratuito The London Paper. De concretarse el cierre, escribe El Mundo de Madrid, quedaría atrás una época en la que las calles del centro de Londres se llenaron de ejemplares de gratuitos. Una situación que llevó a las autoridades locales a reclamar a las empresas editoras que colaboraran en la limpieza urbana. Éstas instalaron 35 contenedores de reciclaje que recogieron 120 toneladas de papel en sólo medio año.

Buena salud de la prensa en economías emergentesmedios digitales

Pero, al mismo tiempo, en algunas economías emergentes se incrementa la circulación de los diarios tabloides, especialmente en India y Brasil. El título en lengua hindi Dainik Jagran es hoy el diario de mayor venta del mundo, con una circulación de 17 millones de ejemplares y 54,5 millones de lectores. En Brasil, el tabloide Super Noticia de Belo Horizonte alcanza 293.178 ejemplares diarios. Hace cinco años, los tabloides brasileños vendían 400.000 ejemplares diarios y hoy llegan a 1,5 millones. En general, en el mundo, los diarios tabloides avanzan a costa de los de formato extendido.

Pero ¿es fatal el ocaso de los medios impresos? ¿Se deben realmente sus problemas a la Internet y los medios digitales? En Costa Rica, Luís Diego Gutiérrez recuerda en Primera Plana que a partir de los ’60, cuando la televisión parecía anunciar el fin de los medios de comunicación escritos, “la infografía y el color salvaron al papel de la desaparición”. Cita al periodista Juan Pablo Carranza, del Grupo nación.com, quien afirma que el medio digital y la información impresa son complementarios, una no excluye a la otra, porque ambos llenan necesidades distintas. Otro aspecto a tomar en cuenta es la gratuidad que generalmente caracteriza a la información por Internet. Hay un debate internacional en torno de si cobrar al usuario por acceder a un sitio. Y una aspiración a traer a más anunciantes. Gutiérrez cita también a Quim Gil, periodista español y profesor del curso de postgrado de Periodismo Digital de la Universidad Abierta de Cataluña quien afirma que “el verdadero periodismo digital sería el periodismo en red, ya que éste rompe con la comunicación lineal y unidireccional e implica una serie de cambios fundamentales respecto a las rutinas del periodismo tradicional”. Sostiene que la labor del periodista no está simplemente en elaborar contenidos en publicaciones digitales sino en la gestión de la información, es decir, el análisis y jerarquía de la misma, porque con Internet el problema no es la falta de información, es saber distinguir lo significativo de lo irrelevante, en el inmenso canal de contenidos.

playboyPlayboy en caída

Pero la aparente crisis de los medios escritos no afectaría solamente a la prensa informativa “tradicional” (diarios y revistas de noticias). La agencia Efe informa que “el conejito más famoso del periodismo escrito”, Playboy, ha caído un 9% en sus ventas en el primer semestre de 2009, siendo una de las revistas con más pérdidas, junto a la televisiva TV Guide Magazine (con una caída de 10 %). En términos globales, según datos de la Oficina Auditora de Circulación estadounidense, las ventas de las revistas de ese país cayeron un 12 % durante el primer semestre en los quiscos, comparado con el mismo período del año pasado. Efe señala que esta contracción de las ventas llega tras una caída interanual del 11% durante la segunda mitad del 2008. Por su parte, la circulación total, que incluye las suscripciones, se redujo en un 1%. Las cifras incluyen datos de 521 revistas.

Si lo digital fuera efectivamente la madre de los problemas, la paradoja estaría en que gran parte de las estrategias de salida a la crisis recurren precisamente a recursos digitales. Laszlo Trankovits, de la agencia Dpa, da cuenta de la última idea de Mortimer Zuckerman, editor del The New York Daily News para salvar a los periódicos norteamericanos: el Congreso debe permitir a los grupos editoriales usar sus portales en internet de los medios en «casinos», con juegos de lotería y apuestas. «Eso salvaría a cualquier periódico en Estados Unidos», asegura Zuckerman a la revista ‘Forbes’. Al fin y al cabo, los casinos ya habrían sido el mejor rescate financiero para las antes maltrechas reservas de indios norteamericanos. Los grupos editoriales estadounidenses, tras años de suculentas ganancias deben encontrar nuevos modelos de negocio debido a la caída de sus tiradas y sus ventas de publicidad, así como por la creciente competencia en la Red. La esperanza de poder compensar las pérdidas de las ediciones de papel con la venta de publicidad ha sido hasta ahora tal decepción, que alcanzar un ínfimo 10% de sus ingresos en la Red es ya todo un éxito. Realmente, el mercado está ahí. La demanda, la sed de los consumidores por recibir información no ha desaparecido, pero sin embargo nadie quiere pagar por ello. La cultura de lo gratuito en Internet, donde se copia y piratea sin tapujo alguno, es considerada la principal culpable. «El parásito mata al animal que lo hospeda». Con estas palabras, el experto en medios David Simon advirtió, durante una comparecencia ante el Senado norteamericano, sobre la «explotación» de los medios tradicionales por parte de los nuevos.

Mientras tanto, entre las ideas para que la prensa recupere la salud, muchos apuestan por nuevos modelos de pago, otros por la presencia de patrocinadores o por… el Estado. Sin embargo, la nueva palabra mágica que está calando en el sector es ‘Freemium’, una mezcla de una amplia oferta gratuita y un pequeño porcentaje de pago de un material ‘premium’. Toda ella dirigida a grupos determinados de consumidores. Esta práctica garantiza al menos la visita de muchos usuarios en los portales gratuitos para mantener unos ingresos por publicidad relativamente altos. Y al mismo tiempo tiene «nichos de lujo», con los que se puede ganar dinero de forma adicional.

medios digitales 2Murdoch desconcertado

Pero a pesar de estas opciones, la inseguridad es palpable. El magnate Murdoch, que en 2006 todavía se burlaba de los empresarios de la comunicación en Estados Unidos porque «se dormían ante la revolución de Internet» y producían sólo «diarios para jubilados», parece estar ahora él mismo desconcertado. Cuando compró «The Wall Street Journal» en 2007, quería empezar a brindar la oferta web hasta entonces de pago del diario, de gran éxito con un millón de suscriptores, de forma gratuita. Ahora, debido a fuertes pérdidas, quiere que todos los medios de su imperio de comunicación cobren por sus contenidos. «El periodismo de calidad no es barato», sostiene. Con este panorama, es inevitable mirar al ‘The New York Times’, considerado el «mejor periódico del mundo» y ver que este rotativo, como el resto, lucha ahora por sobrevivir, más por decisiones administrativas dudosas que por la crisis del sector. El grupo editorial busca de manera febril nuevas fuentes de ingresos y por ahora, son pocos los que creen que el nuevo aparato para leer el diario, el Kindle DX, pueda brindarle éxitos considerables en el mercado.

Por su parte, el editor del Financial Times Lionel Barber declaró en un discurso ante la Academia británica que “con toda seguridad, dentro de los próximos 12 meses, casi todas las organizaciones de noticias cobrarán por su contenido”. Destacó también el carácter pionero del sistema que viene utilizando la versión online de Financial Times, consistente en dar acceso gratuito a un determinado número de artículos antes de dar al lector la opción de suscribirse para poder acceder a todas las noticias. El Mundo de Madrid señala que lo que podría ser un caso aislado, en realidad es una te