Los pilares del modelo que Luksic y Cortázar preparan para Canal 13
Gabriel Pardo / Reportajes / La nueva señal tendrá una línea editorial dirigida a católicos y no católicos, difundiendo «valores universales» y dando espacio a distintas creencias, con un directorio transversal que analizará la parrilla programática y los presupuestos. La primera tarea será «fortalecer la pantalla» con programas de calidad que salgan a disputar grandes audiencias
Todo estaba listo -o casi- para que el viernes quedara cerrado oficialmente el traspaso de Canal 13 a manos del empresario Andrónico Luksic. Sin embargo, una serie de detalles legales retardaron la operación en la que el empresario pasaría a tomar el control del 67% de la estación. Ya el jueves por la noche un intercambio de mails entre los altos ejecutivos puso en evidencia que el papeleo de última hora obligaría a dejar el anuncio para la semana siguiente.
Pero serían sólo detalles. Porque el destino del nuevo Canal 13 ya habría sido discutido y diseñado en intensas reuniones en las que tanto Luksic como el presidente del directorio, René Cortázar, han puesto los pilares fundamentales de la nueva era de la señal televisiva:
Las peticiones de Luksic a Cortázar: «Calidad e innovación»
Nunca antes habían trabajado juntos. Tampoco son amigos. Pero siempre se han tenido gran respeto profesional. Por eso, cuando el empresario Andrónico Luksic llegó de improviso, el jueves 5 de agosto, a la oficina de Cieplan del ex ministro René Cortázar, le comunicó varias novedades. Primero, que materializaría la compra de Canal 13 adquiriendo el 67% de la propiedad (el 33% restante seguiría en manos de la universidad). Segundo, que lo quería al mando del directorio de la estación porque era una «figura de consenso», que les daba total confianza tanto al rector de la UC, Ignacio Sánchez, como al cardenal Francisco Javier Errázuriz.
Desde ese primer momento, Luksic -cuya familia posee actualmente la primera fortuna del país- le explicó sus planes para la estación y sus deseos de hacer realidad un «proyecto innovador». Las palabras que más se repitieron en esa cita y en las posteriores fueron «contenidos de calidad», «innovación» y «canal de vanguardia». Así, la preponderancia que Luksic les dio a sus planes y la promesa de que Cortázar sería un presidente de directorio que podría estar involucrado directamente en la creación de la parrilla programática y en la conformación de los equipos fue lo que lo habría convencido de integrarse. Antes de la venta, en marzo, la propia Iglesia lo había sondeado para hacerse cargo del canal, pero el ex ministro, que recién acababa de dejar la cartera de Transportes, había rechazado la oferta.
Esta vez, dicen quienes lo conocen, lo sedujo la idea de «no hacer más de lo mismo». Cortázar tendrá oficina en el canal y dedicación «intensiva, pero no exclusiva» a su cargo. Aunque, por ejemplo, dejó el directorio de La Polar, habrá otros en los que se mantendría.
Nueva línea editorial: Un canal dirigido a católicos y no católicos
Es uno de los hitos que ya estaría zanjado. Y sin mayores dudas. La línea editorial de Canal 13 tendrá un cambio que se notará. Cercanos al proceso de traspaso de la estación a manos de Andrónico Luksic señalan que hay algo que tanto el empresario como el nuevo presidente del directorio, René Cortázar, tienen claro: Canal 13 será un canal abierto tanto a católicos como a no católicos.
Ya no será una señal donde el mandato sea la difusión de los valores exclusivamente de la Iglesia, sino uno en que la línea editorial descansará en «valores universales» como el respeto a las personas o el derecho a una información objetiva.
Bajo esa lógica, la idea es que se respeten y se les dé espacio a las distintas creencias que hay en la sociedad chilena, lo que se notará en la parrilla programática de 2011, dicen quienes han participado del proceso. Así -aunque no está definida en detalle la programación-, resultaría poco probable que se mantengan los tradicionales espacios en los que sacerdotes entregan mensajes a la audiencia.
Mandamiento número uno: «Fortalecer la pantalla».
Quienes lo conocen dicen que Cortázar tiene una prioridad. La misma que tuvo cuando fue director ejecutivo de TVN: Para levantar un canal en crisis lo primero es «fortalecer la pantalla». Lo que la gente ve. Desde las primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche.
Parte del diagnóstico es que en los últimos 20 años, Canal 13 pasó de ser líder a quedar en el cuarto lugar de audiencia. Y eso es lo primero que hay que revertir. Así que una de las tareas urgentes es construir una parrilla programática potente para 2011.
Según el análisis que se la ha escuchado al ex ministro, es preciso reforzar el área de entretención y los espacios informativos, pero no todo habría que modificarlo. Programas como «Los 80» son considerados un éxito en su género. Ahora, el productor ejecutivo y el guionista de la serie (Alberto Gesswein y Rodrigo Cuevas) estarían trabajando en la primera teleserie nocturna de Canal 13 para el próximo año. Pero otros tienen una evaluación muy deficiente, como el matinal. Esta semana, de hecho, se hizo público que no se les renovó contrato a los animadores de «Viva la mañana», Fernanda Hansen y Sebastián Jiménez. Y ya se barajan nombres como los de las nuevas contrataciones, Tonka Tomicic y Martín Cárcamo (ex TVN), para asumir ese espacio.
Canal 13 no replicará el modelo de TVN
Sí, Cortázar fue director ejecutivo de TVN durante cinco años, desde 1995 al 2000. Sí, altos ejecutivos de TVN -como el ex director de gestión y director ejecutivo interino, David Belmar- han arribado al nuevo Canal 13 en los últimos tres meses.
No. Quienes han seguido de cerca el proceso actual son tajantes: «No se replicará el modelo de TVN».
Primero, por una cuestión de competitividad. «Ofrecer algo muy similar a un canal que ya tiene una forma de hacer televisión no sorprendería», señalan.
Segundo, tampoco es el sueño de Andrónico Luksic, quien desde el principio ha pedido, por sobre todas las cosas, «innovación».
Mas no se pierden. Saben que saldrán a disputar el rating con programas exitosos como «Buenos días a todos» o el noticiario «24 horas».
Lo que se habría rescatado de la experiencia del canal público es que las orientaciones programáticas de la estación deben surgir como parte de un proceso participativo, en el que la reflexión editorial se extienda a distintos estamentos. Esa sería una de las marcas del estilo Cortázar, quien suele afirmar que ‘si un proyecto no es percibido como propio por los equipos está destinado al fracaso’.
Participación de la UC: A través de sus directores
En el nuevo directorio de Canal 13 que se hizo público esta semana se integran seis representantes nominados por Luksic y tres nombrados por la Universidad Católica. Aparte de Cortázar, como presidente del directorio, el empresario sumó a Fabio Valdés, ex director de Chilevisión y cercano al Presidente Piñera; Alberto Arenas, ex director de Presupuestos del gobierno de Bachelet; Rodrigo Terré, estrecho asesor de Luksic; Martín Rodríguez, gerente de estrategia y control de gestión de Quiñenco. Y se sumó el propio Andrónico Luksic, quien -según sus cercanos- se debatió hasta último momento entre la posibilidad de integrarse o no.
Por parte de la UC, el rector Ignacio Sánchez propuso a Silvia Pellegrini, decana de la Facultad de Comunicaciones; Patricio Donoso, vicerrector de asuntos económicos y administrativos, y Marcelo von Chrismar, actual director ejecutivo de Canal 13. Y fue el viernes que Sánchez les informó a sus decanos quiénes serían los nuevos directores representantes de la casa de estudios.
Rodríguez, Terré, Donoso y Von Chrismar venían trabajando en el comité de transición de Canal 13 previamente.
Con esta resolución tomada, afirman en la estación televisiva, «Canal 13 funcionará como cualquier otra empresa». El directorio, cuya conformación buscó ser transversal, será el órgano responsable de la conducción y la instancia -señalan altos ejecutivos- donde se analizará la parrilla programática, los presupuestos y cualquier tema de «corte editorial». Así las cosas, la Universidad Católica empezará a participar de esas definiciones exclusivamente a través de sus tres directores.
¿Rating?: Conciliar audiencia masiva con calidad en la pantalla
El 13 será, ante todo, un canal dirigido a todo público. Una de las máximas en los últimos días al interior de los equipos es que «la segmentación es para el cable y no para la televisión abierta».
Se preparan nuevos estelares de la mano de productores como Rodrigo García y José Antonio Edwards; vendrán realities como «Fear Factor»; teleseries nocturnas y un espacio matinal renovado.
Siempre bajo la lógica de «conciliar audiencias masivas con calidad en la pantalla».
En esta línea, algunos ven la mano del propio Cortázar, quien en sus análisis habría planteado que buscar el rating no es incompatible con tener programas de excelente factura. Y que la baja audiencia que llevó a Canal 13 a un cuarto lugar de sintonía no se debe a los supuestos conflictos que generaba una línea editorial católica, sino a una suma de factores que incluía programas que fueron perdiendo calidad.
La «grúa» de canal a canal: Práctica legítima y necesaria
Ha sido la noticia de las últimas semanas. Rostros que van y vienen de canal. Pero sobre todo, rostros que van a parar a Canal 13, lo que ha generado un remezón en otras señales, que ya auguran que la competencia se pondrá «más dura».
Desde TVN, al ya mencionado ex director de gestión David Belmar y al ex director comercial Luis Hernán Browne, se sumó la sorpresiva partida del animador Martín Cárcamo. No son los únicos. También el director de prensa Jorge Cabezas, los editores Patricio Ovando y Pilar Rodríguez, entre otros, llegaron al 13.
La llamada «grúa» de ejecutivos, periodistas y actores no es problema para los nuevos ejecutivos de la estación. Señalan que es una práctica que «no tiene nada de nuevo y es totalmente legítima» dadas las actuales exigencias del mercado televisivo.
En todas esas contrataciones, tanto de ejecutivos como de productores y editores, el rol de Cortázar ha sido clave, quien -con «plenos poderes»- es consultado previamente ante cualquier nombramiento relevante.
Al interior del Canal, de hecho, señalan que «la grúa» podría continuar en los próximos meses.
Resguardar independencia y pluralismo
Será una de las metas de la nueva administración. Saben que Canal 13 tiene una historia y una marca reconocida. Ése es el punto de partida. Ahora insistirán en la defensa de la independencia y el pluralismo.
Sobre todo en términos políticos frente a sectores del oficialismo que ven con recelo que un ex ministro concertacionista dirija los nuevos destinos del canal. En su defensa, afirman, Cortázar tiene su actuación en TVN como director ejecutivo, en los que respetó tanto los equilibrios políticos como la objetividad en la cobertura informativa.
Y frente a quienes señalan que sería incompatible que se haga cargo de un canal siendo que participó de la elaboración de la ley de televisión digital, sus cercanos dicen que él no tenía ninguna función de regulación de la televisión, que lo que hizo fue firmar un proyecto que está en su primer trámite y que será debatido por el actual Gobierno y el actual Parlamento.
Recuperación: Puede tardar años
Las cifras están en rojo. El canal aumentó en más de seis veces sus pérdidas en relación con igual período del año pasado (enero a septiembre), lo que significó un saldo negativo de $5.244 millones (US$ 10,8 millones), frente a pérdidas de $851 millones de los tres primeros trimestres de 2009. Al mismo tiempo, sus ingresos sólo llegaron a $37.425 millones, disminuyendo 22% en 12 meses. Y sus ventas en publicidad cayeron en un 27% anual.
Todo un desafío para el nuevo directorio. Por eso, lo que se ha repetido en las reuniones del equipo de transición es que el proceso de recuperación no tardará semanas ni meses, sino años. Será un proceso lento.
Por ahora, las temidas reducciones de personal y presupuesto no han sido el tema central de discusión, pero con un directorio constituido se analizará cada área del canal para planear futuros cambios.