Piñera juez y parte

OBSERVATORIO / chilevisiónHace unas semanas, en el programa Tolerancia Cero, se planteó el conflicto de intereses que se le genera a Sebastián Piñera al seguir siendo dueño de Chilevisión. Tres de los panelistas – Matías del Río, Fernando Paulsen y Juan Eichholz- concordaron en la necesidad de que Piñera venda. Fernando Villegas fue la excepción al sostener que “da lo mismo” quien sea el propietario del canal.

Revisemos los argumentos centrales de quienes creen que es impresentable que la mayor autoridad del país sea propietario de un medio tan potente como un canal televisivo:

Por su rol en la designación de la alta autoridad del CNTV y la TV pública:

– El 11 de abril se cumple el plazo para dos cargos clave de la TV chilena: ese día dejarán sus puestos Mario Papi, presidente del directorio de TVN, y Jorge Navarrete, máxima autoridad del Consejo Nacional de TV. Estas salidas están estipuladas por ley y los reemplazantes deben ser nominados por Sebastián Piñera. O sea, el dueño de uno de los principales canales de la industria tendrá en sus manos elegir al mandamás de una estación de la competencia y al encargado de dirigir al organismo que regula a los canales de la TV, incluido Chilevisión.

– Mientras Piñera no nombre al nuevo presidente del Consejo Nacional de Televisión, el cargo lo ocupará Herman Chadwick, actual vicepresidente de la entidad y primo hermano del Primer Mandatario.

piñera 2Por su rol en la nominación del Presidente del Directorio de TVN:

– El nuevo directorio de TVN (con el presidente nominado por Piñera y el reemplazante de José Antonio Galilea, integrante del directorio que deberá ser sustituido – por una persona propuesta al Senado por el Primer Mandatario-, porque asumió como ministro de Agricultura de la actual administración) debe elegir, por al menos cinco de los siete votos en juego, al sucesor de Daniel Fernández, director ejecutivo del canal público que acaba de renunciar para asumir al vicepresidencia ejecutiva de Hidroaysén.

Por el rol decisivo de su Gobierno en el nuevo régimen de concesiones para la TV digital en tramitación parlamentaria:

– Hay dos proyectos de ley en trámite Parlamentario para la migración a la TV digital terrestre. Uno para modificar la ley de TVN y redefinir el sentido del canal público y otro para modificar la ley del CNTV con el fin de replantear el régimen de concesiones televisivas, definir las obligaciones de los concesionarios, analizar las condiciones técnicas y de contenido necesarias para obtener o renovar una concesión, establecer porcentajes del espectro para la TV local, regional, cultural y comunitaria, entre otras materias. Pero la más importante en este caso es la que dice relación con la mantención de la duración indefinida para la gran mayoría de las concesiones vigentes y los eventuales beneficios que obtendrían los actuales concesionarios televisivos, entre los cuales está Chilevisión, con el tránsito a la TV digital: mayor cantidad de señales en el mismo ancho de banda, nuevas posibilidades de negocios a través de la transmisión de datos, transporte de señales de terceros, servicios de utilidad pública, recepción de TV móvil, etc.

Piñera nombró al Ministro de Transporte y Telecomunicaciones y al Subsecretario de Telecomunicaciones. Ambos funcionarios, de su exclusiva confianza, regulan y fiscalizan las redes de televisión.

– El Presidente puede incidir directamente en el rechazo a las enmiendas que pueda hacer la Cámara de Diputados y también en la tramitación del Senado. Por otra parte, como parte de la industria, puede modular a su conveniencia la velocidad del trámite de ambos textos legales.

Chilevisión. vanPor su rol coercitivo de la libertad de expresión de los profesionales de CHV:

– Por último, de seguir siendo el propietario, Piñera podría influir, directamente o por mero conocimiento de su poder, en la línea editorial de Chilevisión, canal que parece haber variado, desde el 11 de marzo,  sus prioridades informativas, por lo menos respecto a la delincuencia: la temática, curiosamente, ha perdido parte del predominio abrumador que mantuvo en la pauta noticiosa de esa estación hasta las últimas semanas del gobierno de Bachelet.