Responsabilidad de los ejecutivos denuncian los sindicatos de TVN
Compartimos el texto integral de la presentación de los sindicatos de TVN ante la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados creada a propósito de aparentes irregularidades en la definición de sueldos de ejecutivos. Es interesante observar como los sindicatos conciben el medio para el cual trabajan con una reflexión que va mucho más allá que los meros intereses de sus sueldos o condiciones del licenciamiento. En la foto los dirigentes sindicales Roberto Reyes, Rodrigo Cid y Juan Cardemil exponiendo ante los diputados de la comisión investigadora.
ANTECEDENTES SINDICATOS DE TVN SOBRE LA SITUACIÓN DEL CANAL PÚBLICO
Contexto de la industria y situación de TVN:
El canal público de Chile se encuentra sumido en una profunda crisis económica y de sintonía, que nos afecta como trabajadores. Y no sólo porque representa nuestra fuente laboral. TVN es una empresa importante para Chile, con casi medio siglo de historia. Y que debe seguir cumpliendo con su misión de conectar al país, mediante valores como el pluralismo, la democracia, y la defensa de la cultura, la identidad regional, el medioambiente, la diversidad y el respeto a los Derechos Humanos. Por esta razón, lanzamos en redes sociales la campaña #TVNImporta, yapoyamos con fuerza el proyecto de ley que aprobó tanto la capitalización, como la creación de una señal cultural.
Este escenario, agravado por el reciente despido de casi un centenar de trabajadores, la semana pasada, fue provocado por malas decisiones y evidentes problemas de gestión. Por la falta de talento y capacidad de los encargados de administrar la empresa, para anticiparse y adaptar a TVN a la nueva realidad de la televisión en Chile y el resto del mundo. Ciertamente la crisis global de la industria influyó en este descalabro económico.
Todos los canales, excepto Mega, presentan resultados económicos negativos desde 2014. Y en este período, TVN registra pérdidas por 56 mil 409 millones de pesos. Desde esa fecha, además, el canal público se encuentra en el cuarto lugar de rating y mantiene una deuda que supera los 40 mil millones de pesos.
Como información de contexto, es posible mencionar que al 31 de diciembre de 2014 TVN reportaba una caja en efectivo por $34.670 millones de pesos. Y en sólo doce meses, la cifra disminuyó a $8.600 millones de pesos. Ese pozo de dinero disponible se gastó casi íntegramente en cubrir el déficit del año 2015, que superó los $25.000 millones de pesos en pérdidas. Esto tuvo como consecuencia directa el despido de 400 trabajadores.
Y más allá de que los nuevos programas puestos en pantalla este 2018, como “Rojo”, “Carmen Gloria a tu servicio” y“Llegó tu hora”, han tenido una aceptable –sólo aceptable- respuesta por parte del público, durante el primer semestre del año, TVN anotó pérdidas por $9.025 millones, lo que corresponde a más del doble de las registradas en idéntico período del añopasado, donde la cifra alcanzó los $4.335 millones. Esto tuvo como consecuencia directa el despido de casi un centenar de trabajadores, el pasado miércoles 31 de octubre. Esta medida –tremendamente dolorosa para los trabajadores- no vino acompañada de una rebaja de sueldos de ejecutivos y “rostros” del canal, algo que podría ayudar a equilibrar las finanzas de la empresa. Por tanto, no resulta creíble el lamento esbozado por la administración en cuanto a los despidos, mediante un comunicado interno.
Una estructura administrativa obsoleta
Aunque la irrupción de nuevas plataformas con una amplia oferta de contenidos informativos y de entretención, provocó un fuerte cambio en la industria de la televisión abierta, con las consecuencias ya conocidas, TVN aún mantiene una estructura similar a la que tenía en el año 2014. Con un entramado de Direcciones, Subdirecciones, Gerencias y Subgerencias, propio de los años de bonanza económica, y que suma un total de 23 ejecutivos. En marzo de este año, la remuneración bruta correspondiente a la alta dirección de la empresa, ascendió aproximadamente a 250 millones de pesos. A su vez, las rentas de los principales ejecutivos, que se encuentran publicadas en la página web, no han variado significativamente en los últimos años. Se trata de sueldos que van desde los 12,9 a los 18,34 millones de pesos brutos, más la llamada “gratificación mensual garantizada”, que equivale a un sueldo adicional que se paga dividido en tres, durante los meses de marzo, septiembre y diciembre de cada año. A modo de ejemplo, el actual Director Ejecutivo recibe una remuneración de $18.000.000 millones de pesos; mientras que su antecesora tenía un sueldo de $14.243.607 millones de pesos.
A esto se suma que existe un grupo de cerca de 15 personas entre “rostros” y cargos superiores, sobre el cual se desconocen los montos pagados por concepto de remuneración. A modo ilustrativo, en julio del año 2012, TVN “levantó” a un conocido animador desde Mega. Según información confiable obtenida por la dirigencia sindical, el conductor llegó al canal público por un sueldo mensual de $23 millones de pesos. Ante la falta de proyectos y la crisis que ya comenzaba a sentirse, la figura terminó dejando la estación a fines del año 2015. A esto se suma el caso de una conductora de noticias que anunció públicamente en una revista que se iba a tomar un año sabático en Europa y que renunciaba al sueldo y al canal. Lo que no se sabía, era que la administración de TVN le había ofrecido un contrato como corresponsal a todo evento, con un sueldo cercano a los $5 millones de pesos. Todo esto, con un canal prácticamente quebrado y mientras se discutía la vital inyección de recursos en el Congreso. Sólo la presión de los trabajadores permitió revertir una decisión absurda, que habría debilitado aún más, las escuálidas arcas del canal público.
La realidad de los trabajadores de TVN
El equivalente a la cuarta parte de todo lo que gasta el canal para financiar los sueldos de casi mil trabajadores, lo reciben sólo 23 ejecutivos. Para disminuir la brecha salarial, se hace urgente una revisión de la malla de cargos y escala de remuneraciones del canal público, tarea que ha sido postergada en múltiples oportunidades, a pesar del compromiso suscrito por la empresa en el Contrato Colectivo firmado con los Sindicatos. Y en este contexto, no parece razonable, que ningún ejecutivo ni “rostro” de TVN, reciba un sueldo mayor al del Presidente de la República, por fijar un parámetro objetivo. Sería además, una fuerte señal para el resto de la industria, donde a pesar de los recortes de personal y la reciente externalización de funciones en Canal 13, se siguen pagando sueldos millonarios a conductores y ejecutivos, que se encuentran completamente alejados de la realidad del país. Política de efectos perniciosos tanto en el clima interno, como en los balances económicos que vienen mostrando las estaciones de televisión abierta.
La capitalización de TVN
La ley 21.085 aprobada por el Congreso Nacional, establecía la entrega de hasta US$47 millones de dólares por concepto de capitalización. Y decimos establecía, porque finalmente la inyección de recursos autorizada por el Ministerio de Hacienda será por menos de la mitad: US$22,3 millones de dólares. De esta manera, proyectos clave para el futuro del canal –y que estaban descritos con detalle en el protocolo de inversión presentado por el Directorio de TVN ante el Parlamento- quedaron sin financiamiento, como la renovación del sistema de edición y redacción de noticias; la automatización de noticieros; y el reemplazo de cámaras, micrófonos y otros equipos fundamentales para la producción de contenidos. Además se rechazó la adecuación competitiva, que contemplaba –entre otros puntos- recursos para el diseño y ejecución de un plan de retiro programado y voluntario, en conjunto con los Sindicatos. Esto, que fue motivo de críticas por parte del Gobierno y parlamentarios, tuvo como consecuencia directa –por ejemplo- que uno de los camarógrafos de prensa, y quien fue uno de los profesionales que registró las históricas imágenes del bombardeo a La Moneda, tenga que seguir trabajando y no pueda jubilarse con el reconocimiento que se merece por sus 49 años de servicio. Y por el contrario, la empresa despidió la semana pasada a casi un centenar de trabajadores que querían y podían seguir aportando a TVN.
Como dato anexo, podemos mencionar que la administración pagará en los próximos días casi 250 millones de pesos como indemnización, a un ejecutivo recientemente cesado en sus funciones. Pero a todos los trabajadores de planta desvinculados el pasado miércoles 31 de octubre, les aplicará los topes legales tanto por años de servicio (11, 21 o sin límite, según corresponda) como por monto máximo permitido (90 UF, equivalentes a $2.464.000 pesos) ¿Cómo se entiende esta situación de privilegio para un selecto grupo de ejecutivos, que se ha consolidado en los últimos años sin ningún tipo de pudor, pagando cifras estratosféricas? Sólo a modo de ejemplo, queremos citar el caso ocurrido con motivo de la contratación de un Gerente de Recursos Humanos. El contrato se firmó el 1 de enero de 2012 por un monto de $6.350.000 pesos, pero en el mismo documento se establece el pago de un “bono especial” por $13.333.333 pesos, el 31 de enero de 2012, el mismo mes que el gerente fue contratado. Además, se consigna que por término de la relación laboral por la causal del Artículo 161 del Código del Trabajo, esto es por necesidades de la empresa, no regirá tope alguno para calcular su indemnización. Esto sólo viene a confirmar la abismal diferencia en las condiciones de contratación, trabajo y finiquito, que existen entre la plana ejecutiva y la planta de trabajadores de TVN.
El fantasma de la privatización
Un tema de la mayor gravedad, es que detrás del decreto firmado por Hacienda y que autorizó la capitalización parcial de TVN, podría esconderse un intento de comenzar con el proceso de privatización del canal público. Y esta inyección de recursos podría ser en realidad un salvavidas de plomo para la televisión pública. No es casualidad que sólo se financien las inversiones necesarias para la conversión digital de 238 antenas, que permitirán llegar al 92% de la población por vía terrestre y al 100% por satélite. Para los privados, sería ideal que la modernización de la red de televisión digital se pague con fondos públicos, para después traspasar la administración y explotación de este negocio a terceros. Mientras al mismo tiempo se rechaza la entrega de casi US$25 millones de dólares vitales para invertir en tecnología, capital humano y programación, como si el objetivo final fuera estrangular a la empresa, para que siga endeudándose con la bancay termine cayendo por el despeñadero, cuando no pueda cumplir con sus compromisos financieros. En este sentido, formulamos un llamado a cautelar que aquello no ocurra, porque sería el comienzo del fin de Televisión Nacional de Chile. Este escenario se ve potenciado por la decisión de la administración, de renunciar a la producción de contenidos propios. Y apostar por la externalización de funciones en espacios, donde siempre brilló el talento y la creatividad de los trabajadores de TVN.
El incierto futuro del canal público
El actual modelo de canal público, que si bien fue exitoso durante décadas, se convirtió en una compañía deficitaria, que pierde aproximadamente $1.000 millones de pesos mensuales, y además poco relevante, que entró en una crisis incluso de su identidad misma, y que amenaza seriamente su continuidad a futuro. Y con el fin de recuperar la importancia de TVN para la sociedad chilena, se hace necesario el diseño de un nuevo canal público, que además de ser influyente, competitivo y viable en términos económicos, se convierta en un ejemplo de organización. Una empresa pública que responda a demandas actuales como austeridad(reduciendo y fijando un límite para las rentas más altas), transparencia(terminando con la opacidad que existe respecto del costo tanto de la plana ejecutiva como de los “rostros”), y equidad de género y salario(para terminar con la discriminación en materia laboral). Por su condición de canal público, a TVN se le exige más que a ningún otro canal de televisión abierta. Y con justa razón. Por lo mismo, esto puede representar una oportunidad para marcar la pauta en otros temas, donde los demás canales no tienen interés en innovar. Pero que son materias que la ciudadanía, la clase política y los movimientos sociales, han levantado como prioridades, para hacer de Chile un país más justo, equitativo y transparente. En esta coyuntura histórica, aspiramos a que TVN se convierta en un modelo dentro de la industria televisiva. Y en un referente para las demás empresas públicas que son propiedad del Estado de Chile.