Planteamientos de Fucatel sobre TVN tienen eco en entrevista de Francisco Orrego, Presidente del Directorio
Presentamos a continuación la nota publicada en el semanario digital www.observatoriodemedios.cl el día jueves pasado que tuvo respuestas contundentes y positivas por parte del Presidente del Directorio, Francisco Orrego, el día lunes pasado. Ver a continuación del artículo de Fucatel la entrevista a Francisco Orrego , aparecida en Economía y Negocios. Algo es algo, aunque el tema debiera ser de primera plana en la agenda del país. Se sabe con creces que el poder de la TV es enorme en la vida social y política de un país y el devenir del único medio público, es un tema de la mayor relevancia.
Columna publicada en el semanario www.obsevatoriodemedios.cl recientemente creado
TVN : Altos sueldos de ejecutivos y despidos masivos de trabajadores bajo la lupa de Comisión de Cámara de Diputados
Por Manuela Gumucio
Directora de FUCATEL
La Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, constituida el 5 de septiembre de 2018, con 90 días para informar, tiene como principal objetivo revisar las filtradas irregularidades en los contratos de los altos ejecutivos de TVN. El reciente lunes 5 de noviembre, fue la oportunidad de expresarse para los tres sindicatos del canal, conmocionados por el despido de cerca de 100 trabajadores, proceso que el director Jaime Aguirre, sentencia que continuará hasta el próximo mes de marzo.
La comisión, presidida por el diputado Marcelo Díaz, tiene también como objetivo la indagación de las causas del déficit de TVN, pudiendo recabar antecedentes sobre irregularidades, errores, vicios u omisiones en las operaciones de la institución y su personal.
Las declaraciones de los trabajadores insistieron en vincular los despidos a la mantención de sueldos desproporcionados (más de $18 millones, sumada una bonificación) de ejecutivos, a lo que se suman el pago de otros quince rostros, sin conocerse detalles. A modo de ilustración, Rodrigo Cid, presidente del sindicato N°3, planteó que una cuarta parte del pago de remuneraciones de mil trabajadores equivale a lo que reciben 23 ejecutivos del canal público. Además, las condiciones de contratación y finiquito de ejecutivos son muy distintas a las de los trabajadores. El contrato del gerente de recursos humanos, señalado como ejemplo, mencionaba un sueldo de base, pero se le otorgaban bonos suplementarios, garantizándole – como a otros altos ejecutivos – privilegios al término del contrato, consignados “a todo evento”. Esta fórmula también beneficia a algunos rostros de la estación.
Así se podría concluir que el sistema de sueldos en los estratos altos es un área rara en esta empresa semi estatal. Ciertamente, las bonificaciones a los ejecutivos – con altísimos sueldos – es de larga data.
Sin embargo, más allá de los sueldos, lo más inquietante es que la plana ejecutiva no admite alguna responsabilidad en que TVN ocupe hoy el cuarto lugar en la opción de las audiencias. Y menos se plantea la disminución de sueldos de ejecutivos y rostros en la actual situación de crisis. A ello se suma la pretensión de guardar secreto sobre las contrataciones, aduciendo razones de competitividad. Se argumenta que los canales rivales pueden levantarle sus figuras si ello se conoce, en circunstancias que la grúa que levanta talentos de un canal a otro, opera en conocimiento de esos datos. Tanto secreto puede explicarse, más bien, por la necesidad de personalidades públicas de guardar discreción sobre sus honorarios, tan distantes de los del común de los mortales.
¿ES COMPETITIVA TVN?
Más allá de la puerilidad del argumento para justificar el secreto, cabe preguntarse de qué competitividad estamos hablando. ¿Cómo se piensa el éxito o el fracaso?
Ante la comisión parlamentaria han expuesto el presidente del directorio y el director ejecutivo de TVN. El primero, si bien repitió los argumentos ultra manoseados que explicarían la crisis por un cambio de las plataformas tecnológicas y una baja generalizada de rentabilidad del sector, pidió que se citara a los responsables de las administraciones pasadas para que expliquen cómo se llegó a esta situación. Francisco Orrego, a pesar de ser un desconocedor de la televisión, parece sospechar que hay mejores explicaciones que estas generalidades para la caída paulatina del canal público en la indiferencia de las audiencias. Obligando a preguntarse por la programación, creatividad e imaginación, a la hora de evaluar un fracaso.
Una explicación que nadie quiere poner en tabla es el “corset” político que ha marcado la designación de miembros del directorio, directores ejecutivos y jefes de programación. Fucatel ha llamado, repetidamente, la atención sobre la ausencia de preocupación por propuestas de conocimiento público de los nominados a los distintos cargos en la TV en general y, muy en particular, para un canal público. En su selección ha primado el beneplácito de los sectores neo liberales del país. En los gobiernos de la Concertación se propuso siempre a quienes aparecían como exitosos empresarios en cualquier dominio: la minería, la publicidad, la electricidad, etc. Jamás se difundió públicamente la visión o propuesta de cómo entendían su función los candidatos a ser nominados como presidente o integrantes del Directorio. Para qué hablar de los sucesivos directores de programación, que tenían que gozar de la simpatía de la derecha política, importando muy poco que tuvieran una pasión por ampliar el universo del pensamiento de nuestra sociedad. Una demostración extrema de esta camisa de fuerza que perturbaba y perturba el éxito de TVN es el hecho que el canal público no fue el primero en mostrar, después de 30 años, las imágenes sobre el golpe de Estado de 1973. Lo hizo Canal 13.
EL FACTOR INSTITUCIONAL
Aunque se evite la discusión en los términos que planteamos como sustantivos y de fondo, opera una intuición sobre la relevancia del esquema institucional en los resultados. Casi todos los integrantes de la comisión en las sesiones televisadas (canal de la Cámara), consideran lamentable la conformación del Directorio de TVN, que continúa asumiendo el pluralismo solamente en su dimensión política. Y, con carácter binominal, ya obsoleto en la realidad del país.
Tanto sindicatos como parlamentarios, reiteran la demanda por un verdadero canal público y un financiamiento que le permita cumplir su misión. Eso fue, exactamente, lo que se planteó al presentar una reforma (Ley nº21085) en noviembre del 2008, siendo finalmente desechado el aporte estatal. Entonces, el gobierno de la Concertación evitó confrontar a los canales privados (ANATEL) y proponer un financiamiento mixto, es decir compartir aporte estatal con publicidad para mantener la búsqueda de grandes audiencias y evitar un canal público de buenos contenidos, pero de baja audiencia. Quedó, entonces, la posibilidad de una programación alternativa a la comercial a merced de las buenas rachas económicas y de la voluntad de sus ejecutivos. Nada cambió realmente.
Sin embargo, la puerta para el financiamiento parcial del Estado se abrió más tarde con la aprobación de un canal cultural.
La actual ley de TVN fue promulgada después de 10 años de tramitación. ¿Cuántos años más tendrían que pasar para una nueva reforma?
LOS CONTENIDOS, SIEMPRE LOS CONTENIDOS
Una expresión muy clara, aunque menos grotesca – como ocultar la realidad histórica en el caso del golpe de Estado – de cómo TVN es parte del escenario de control político del país en materia de comunicación, es que nunca se ha puesto el acento en enfrentar la crisis ofreciendo contenidos completamente diferentes.
TVN hace parte del concierto, más o menos, uniforme en el plano informativo y también de géneros de los medios chilenos, en manos todos de la derecha empresarial. Es bien sabido que TVN fue disminuyendo la oferta original para comprar licencias de formatos probados en otros países. El fracaso de muchos de ellos, se escondió debajo de la alfombra, en cambio fueron implacables con los resultados modestos de programas que podrían haberse legitimado con un apoyo importante de publicidad que TVN reservaba, exclusivamente, para sus, llamadas, producciones estelares.
Sostengo que TVN puede ganar audiencias saliéndose de la monotonía de oferta de los otros canales, transformándose en el espacio que sorprenda por su diversidad y la posibilidad de enterarnos de visiones ausentes en el resto de la escena televisiva.
Con la política de irse a la segura, con lo probado, el espacio para la creación en materia audiovisual se ha visto reducido, con excepción de las teleseries, donde antes TVN aportó muchísimo culturalmente y hoy Mega también gana su mayor popularidad.
La fantasía, expresada con aires de sabiduría, que muchos esgrimen sobre la omnipotencia de la tecnología es totalmente errónea. Mientras más plataformas existen, más contenidos se requieren. Y mientras más control y pobreza hay en los contenidos, más las sociedades se vierten hacia la aceptación del autoritarismo y el fascismo. ¿Cuánto se dijo, mientras se discutían las reformas del audiovisual, que con las redes sociales los medios tradicionales ya no tenían sentido; que ellas eran la verdadera democracia? Ya sabemos cómo las redes sociales son manipuladas y son expresión de una falsa multiplicidad de opiniones, puesto que éstas se originan en poderosas fuentes al servicio de intereses no siempre identificables, aunque el insulto y la estupidez sean sí el fundamento de la anarquía, el racismo y otras perlas identificables.
“Los trabajadores de TVN estamos de luto” dijo el presidente del Sindicato Nº 1, Roberto Reyes, ante la comisión parlamentaria, refiriéndose a la enorme cantidad de trabajadores que parten a la cesantía. Sucesivamente, las intervenciones de los distintos sindicatos, dieron cuenta de cómo ellos piensan su canal con espíritu más crítico y reflexivo que los ejecutivos. Al final, el dirigente, Juan Cardemil, se alegró de saber que los diputados mostraban un buen conocimiento de lo que ocurre en TVN. Eso es esperanzador. ¡Tiene razón!
Francisco Orrego, presidente del directorio de la estación, aborda las medidas que se adoptarán ante la crisis: «No está en los planes de este gobierno privatizar ni menos cerrar TVN»
«Como directorio, aplicaremos un plan de ajuste voluntario de remuneraciones y fijaremos el criterio de que toda nueva contratación o renegociación se ajuste a la escala única de sueldos del Estado», dice sobre las medidas de austeridad.
Francisco Orrego Bauzá es conocido entre sus pares como un abogado capaz de negociar en momentos complejos. Quizás por eso, el gobierno de Sebastián Piñera lo nominó como presidente del directorio de TVN.Hoy, como él mismo asegura, «hay una diagnóstico compartido sobre el fracaso y obsolescencia del actual modelo de TVN».Por eso, dice, se seguirán tomando medidas de «austeridad», aunque lamenta los despidos que ha vivido el canal.Orrego Bauzá -hijo del juez ad hoc de Chile en La Haya en el juicio con Perú, Francisco Orrego Vicuña- ocupó el cargo de subsecretario de Minería en el primer gobierno de Piñera. En su historia profesional también fue presidente de la Sociedad Nacional de Pesca, subdirector del Centro de Estudios Libertad y Desarrollo, participó en el área legislativa de la Fundación Jaime Guzmán, además de integrar distintos bufetes de abogados.-Partamos despejando rumores. ¿Es cierto que el gobierno de Sebastián Piñera estaría pensando privatizar o cerrar TVN, como ocurrió con el diario La Nación en su primer gobierno?
-Puedo decir con claridad que no está en los planes de este gobierno privatizar ni menos cerrar TVN.-¿Qué es lo más complejo de la situación actual?
-Las complejidades y debilidades estructurales que tiene el gobierno corporativo de TVN y, por otra parte, su delicada situación financiera. Hay un diagnóstico compartido sobre el fracaso y obsolescencia del actual modelo de TVN. Mientras este problema estructural no se resuelva, que es eminentemente político y no de otra índole, el futuro del canal es incierto, pues la lógica del sistema binominal ya no es aplicable a la empresa.-¿Y cómo se resuelve ese problema estructural?
-Hoy es más urgente que nunca revisar el sistema de financiamiento de TVN, así como su modelo de gobierno corporativo, especialmente la designación de su directorio y ejecutivos, incluyendo mayores exigencias de transparencia. Este debate requerirá de mucho diálogo político-social entre los distintos actores, en particular entre los poderes colegisladores. Por eso, hago un llamado al Ejecutivo y al Legislativo para que le pongan el cascabel al gato y asuman este desafío cuanto antes. Si se logra avanzar en estos tres pilares: financiamiento, gobierno corporativo y transparencia, los chilenos lo agradecerán.-¿No es descartable que vengan más despidos masivos?
-Estamos tratando de que la cuenta no la paguen exclusivamente los trabajadores, porque sería injusto. A ellos, nadie les preguntó cuando el déficit se generó. Pero sería deshonesto de nuestra parte decir que no habrá ninguna otra desvinculación. Mi propósito es que las definiciones pendientes se hagan lo más pronto posible, para dar tranquilidad a los trabajadores.
-¿La administración del canal debería dar señales?
-También es importante que la administración dé señales concretas de austeridad, para lo cual, como directorio, vamos a aplicar medidas, que van desde un plan de ajuste voluntario de remuneraciones hasta fijar el criterio de que toda nueva contratación o renegociación se ajuste a la escala única de sueldos del Estado. Sobre esto, hay instrucciones de Hacienda que son clarísimas y las vamos a cumplir.
-¿Qué aspectos de la gestión deberían transparentarse?
-Si alguien quiere trabajar en la televisión pública, debe estar dispuesto a una total transparencia, en especial en materia de remuneraciones; sobre todo, si queremos recibir apoyo del Estado con recursos que son de los chilenos. Asumimos el compromiso, como parte de nuestra misión pública, de dar transparencia a los sueldos de los ejecutivos y rostros del canal.
-¿Y qué medidas se tomarán?
-Vamos a pedirle a toda nueva contratación una autorización expresa para publicar su remuneración en el sitio web de la empresa, mientras se buscan soluciones, legales o administrativas, para transparentar las remuneraciones de los actuales ejecutivos y rostros. También comparto la propuesta de ponerles un plazo máximo de reserva a las actas de directorio, de modo de que todos los directores quedemos sujetos a escrutinio público por nuestras actuaciones y decisiones.
-La capitalización de TVN fue autorizada por un monto de US$ 22 millones (menos de la mitad de lo que el Congreso aprobó para revertir su crisis financiera). ¿Por qué ocurrió así?
-La ley lo estableció así y dispuso que los recursos debían girarse contra proyectos de inversión concretos y no para otros fines. Uno nunca puede sentirse conforme, pero siempre he dicho que estos recursos no resuelven por sí solos el problema financiero de arrastre de TVN, acumulado tras años de gastar más que los ingresos. Si se hubiera seguido la simple regla de no gastar lo que no se tiene, jamás habríamos llegado a esta situación.
-Se ha dicho que el Ejecutivo rechazó el plan de inversión presentado por el directorio de TVN. ¿Cómo sucedió?
-Hay una confusión que es bueno aclarar. El Ejecutivo aprobó el plan de inversión de la TDT (Televisión Digital Terrestre), que incluye recursos por US$ 22 millones, pero rechazó el plan de «Adecuación competitiva», que contemplaba recursos por US$ 25 millones, por considerar que no eran inversión. Pero, simultáneamente, nos autorizó para contraer créditos para avanzar con el plan de adecuación competitiva. Pero sabemos que todo endeudamiento tiene límites. Me alegro de la disposición del ministro Larraín de buscar fórmulas de corto y mediano plazo para resolver la situación financiera del canal, sobre la base de sujetar el desembolso a ciertas condiciones.
-¿En qué estado está el proyecto de TDT (Televisión Digital Terrestre)?
-La reciente entrega de los recursos de la capitalización nos va a permitir reactivar este tema que estaba paralizado por falta de financiamiento. Hay un plazo corriendo para el «apagón analógico» en 2020, y vamos a hacer todos los esfuerzos para llegar a esa fecha en condiciones de tener todo operativo. Y en esto, el apoyo de la Subtel será clave.
-¿Es posible que ese proyecto le dé un impulso al canal?
-Creemos que sí, y por ello los equipos técnicos de TVN están trabajando proyectos de nuevos negocios en torno a nuestra infraestructura de telecomunicaciones y nuevas tecnologías. Vemos con optimismo el aporte que la TDT puede hacer al futuro de TVN.
Oferta de contenidos: «La actual administración está en deuda»
-Todos los medios, no solo la televisión, se deben a sus audiencias. Ni un canal público ni uno privado puede justificarse y subsistir si no es capaz de estructurar una oferta de contenidos de calidad que despierte el interés de los televidentes. Y en esto quiero ser claro: la actual administración está en deuda en este tema. Pero la televisión pública tiene un desafío adicional: debe hacerlo sobre la base de criterios que sean compatibles con su condición estatal. Un medio de comunicación del Estado debe dar garantías a todos los sectores y debe representar a la sociedad completa. Lo peor que podría pasar es que alguien pensara que el canal estuviera capturado por los partidarios de un gobierno, de una oposición o de un sector político. Eso es especialmente importante en el caso de los servicios informativos, donde debemos evitar ser percibidos como sesgados o sin objetividad. Eso me parece central. Y esto no se logra de la noche a la mañana. Para eso tenemos un comité estratégico, misión pública y programación en el directorio, para apoyar en esta tarea a la administración.
-¿Qué modificaciones cree que deben hacerse al gobierno corporativo de TVN?
-Tengo una opinión clarísima sobre esta materia y así lo expuse ante la comisión investigadora. Las fórmulas que se han estudiado e implementado para Enap y Codelco son interesantes de replicar en TVN. Me parece que incorporar a la ADP (Alta Dirección Pública) aseguraría la designación de personas técnicamente calificadas como directores y no por cuoteo político, como ocurre en la actualidad. Además, la duración de los directores designados por el Senado (ocho años) parece excesiva. Debe buscarse una fórmula de renovación parcial cada cuatro años, desvinculándolo de los ciclos políticos. Finalmente, es clave que el directorio recupere la posibilidad de hacer exigible, en forma expedita, la responsabilidad de la administración en caso de una mala gestión, como ocurre en toda empresa, de manera de resolver las diferencias que surjan entre el directorio y la administración. Llegó la hora de terminar con los privilegios e inamovilidades que hay en TVN.-Como presidente de TVN, ¿cómo evalúa la gestión del directorio?
-Ha sido un período complejo, pero hemos logrado administrar las diferencias con franqueza y corrección, donde destaco el aporte que ha implicado la llegada de los directores Adriana Delpiano y Ricardo Cifuentes.«Financiamiento mixto»
-¿Puede TVN depender de la torta publicitaria?
-El sistema de autofinanciamiento de TVN ha quedado obsoleto. No ha existido un debate serio en el país sobre el sistema de financiamiento del canal. Es posible que sea viable un sistema de financiamiento mixto, donde el Estado asegure recursos para fines específicos a través de un mecanismo de presupuesto plurianual, de 5 años por ejemplo, y en caso que el directorio deseara incursionar en otras áreas de negocio debe conseguir el financiamiento en el sector privado. Siempre respetando la autonomía del canal.
Alguien -o algunos- sabe como sacar progresivamente de su nivel de audiencia al principal canal nacional en momentos oportunos del devenir político. Y se planifica con la debida anticipación, para dar tiempo a algunos rostros a buscar la puerta conveniente. Crónica de una muerte no anunciada a las audiencias populares, que necesitan la TV como parte de la canasta alimenticia.
El actual modelo de Televisión Nacional es inviable. Simplemente no se puede pretender financiar un canal de servicio público mediante venta de publicidad.
El país requiere un nuevo modelo de TV pública. Es necesario que todos los chilenos mediante un proceso de amplia participación ciudadana, decidamos que tipo de TV pública queremos y de qué manera estamos dispuestos a financiarla.
Gracias por opinar, Manuela Gumucio
De acuerdo, es difícil, pero lo primero es proponerse una mirada audaz y atreverse a ser diferente¡
Manuela Gumucio
Tiene toda la razón en que hay que proponer medidas audaces y atreverse a ser diferentes, a innovar. El país necesita no un canal de televisión sino una gran empresa de medios audiovisuales en que todos los chilenos podamos tener participación a través de canales adecuados. Una empresa que ponga las nuevas tecnologías y canales de información al servicio del país, especialmente de las regiones, de la cultura y de la democracia asegurando la posibilidad de una efectiva participación ciudadana. Un proyecto como el mencionado es posible pero necesita de una voluntad política para llevarlo a cabo. En momentos en que se discute el futuro de TVN es la oportunidad de hacerlo realidad.